Violencia del sistema
El camino de Ida
Ricardo Piglia
Anagrama
296 páginas | 17, 90 euros
Mucho partido le saca en esta novela Ricardo Piglia (Adrogué, Buenos Aires, 1940) a su larga experiencia docente en universidades norteamericanas y a su conocimiento de la literatura anglosajona y la lengua inglesa. El aire negro y detectivesco que imprime a todas sus narraciones casi se le supone, pues las novelas policiacas fueron centrales en su formación.
El camino de Ida (con mayúscula, pues designa a una hermosa y brillante profesora, Ida Brown) se estructura en cuatro partes más un epílogo y está ambientada en una universidad de New Jersey a la que acude el protagonista, el escritor y traductor argentino Emilio Renzi, como profesor invitado, para impartir un semestre. Son los tiempos de la presidencia de Clinton y la invitación procede, precisamente, de la enigmática y seductora Ida Brown, coincidiendo con un momento bajo y desanimado en la vida del protagonista: recién separado de su segunda esposa, envuelto en trabajos profesionales que no acaban de prosperar… Con aire retrospectivo, el narrador da desde un principio la clave de esta historia: se vio “involucrado en un acontecimiento del que quiere dejar un testimonio”. Recorremos el gélido enero de su llegada, la adaptación al lugar, su sensación de irrealidad (“Todo era tan insólito que seguro era cierto”), la vida solitaria, insomne y ascética de este profesor, la calidez de una Ida intensa pero esquiva, y el mazazo que sacude a Emilio Renzi y a la comunidad académica cuando la profesora aparece muerta en su automóvil sin que quede claro si se trata de un accidente o de un atentado. En esos días, una especie de Unabomber, ex alumno de Harvard, brillante matemático que se ha retirado del mundo, atenta con explosivos contra diferentes estamentos del mundo tecnológico-capitalista: informáticos, ingenieros, biólogos… en un intento, por vía violenta, de regresar a la naturaleza y a una humanidad originaria.
La narración está punteada en paralelo (en ese dilema ciencia-naturaleza) con detalles de los textos del escritor argentino-británico W.H. Hudson, objeto de estudio del profesor Renzi. Esos pasajes permiten que el filosófico y reflexivo Piglia haga interesantes consideraciones sobre el mundo contemporáneo, fundiendo peripecia y disquisición intelectual. Vivimos un mundo brutal, algo que alcanza también a los departamentos universitarios: profesionales aparentemente civilizados, pero llenos de cólera, deseos de venganza y “con la terrible violencia de los hombres educados”. Piglia, a través de sus personajes, despliega sus amplios conocimientos de literatura inglesa. Las narraciones de Conrad cobrarán especial protagonismo en esta trama detectivesca y reivindicativa de otros mundos posibles. Las conversaciones con su anciana vecina (antigua catedrática de Eslavas) propician afinadas consideraciones acerca de la literatura rusa, acentuando la superioridad de Tolstói frente a los imposibles devaneos metafísico-místicos de muchos de sus compatriotas. El autor seduce con su fértil juego entre lo real y lo soñado durante una febril noche de motel. Destacan también esos personajes “tangenciales” que surgen por el camino, como el verosímil corredor de bolsa alcoholizado, o la joven hacker Nancy. Una novela que crece en complejidad e interés con el trascurso de las páginas y que nos hace reflexionar acerca de un capitalismo voraz, sin límites éticos, y sobre los modos de rebelión que caben en nuestros días.