Geografía fantástica del alfabeto español
Única obra de creación que ha alumbrado la Academia por excelencia, Al pie de la letra es un libro excepcional desde todos los puntos de vista. Lo es, en primer lugar, por la selecta nómina de autores representados en sus páginas, un total de sesenta y siete nombres que se corresponden con buena parte de lo mejor que ha dado la filología o la literatura española de las últimas décadas. Lo es también por su planteamiento singular, en el que confluyen aproximaciones de muy distinta naturaleza que trazan una propuesta amena, estimulante y aleccionadora, rigurosa y a la vez altamente subjetiva. Y lo es, en fin, por la calidad de las diferentes contribuciones, como cabía esperar de autores de probados prestigio e influencia en sus ámbitos respectivos.
“De la A a la Z, he aquí una guía para recorrer la geografía fantástica del orbe del alfabeto”, escribió Víctor García de la Concha en el prólogo a la primera edición, acuñando una expresión que pasó al subtítulo de la obra y recoge muy bien lo que el itinerario tiene de fabuloso. Desde el sillón que ocupan u ocuparon, los académicos actuales y bastantes de sus predecesores han reflexionado sobre lo que les sugieren las letras que tienen o tuvieron asignadas, con una variedad de recursos y enfoques que convierte el conjunto en un impagable trabajo colectivo donde conviven el ensayo, la disquisición erudita, la semblanza autobiográfica, la libre asociación de palabras o conceptos, el relato de creación y hasta una colección de poemas.
Coincidiendo con el III Centenario de la institución, la obra ha sido presentada en la sede de la Real Academia Española por su director José Manuel Blecua, el secretario Darío Villanueva y la directora general de la Fundación José Manuel Lara, Ana Gavín, a los que acompañaron otras personalidades. La edición del volumen se enmarca en los actos conmemorativos de un aniversario que se inició con la exposición La lengua y la palabra y terminará, ya en otoño, con la publicación de la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española, última que se ofrecerá en papel, seguida de la celebración de un simposio internacional sobre El futuro de los diccionarios en la era digital. Otras actividades previstas son la edición facsimilar del Diccionario de Autoridades —tan citado en los textos que conforman Al pie de la letra— o el homenaje a la RAE en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).
Entre la sabiduría y la ficción
Aquí están otra vez las letras del abecedario, esos signos elementales cargados de incalculable potencia germinal, creando y ordenando palabras y discursos mediante su capacidad misteriosa para dar forma a la sabiduría y la ficción”, dice Merino en la nota que antecede al primero de los textos recogidos en Al pie de la letra. Entre una y otra, entre la sabiduría y la ficción, se mueven los autores de estas reflexiones que rinden un merecido tributo a esos venerables caracteres que nos acompañan desde hace milenios y un día empezaron a reproducir los vocablos propios de la lengua española.Desdobladas a partir de un momento dado en mayúsculas y minúsculas, las letras de los sillones de la Academia —que dejan fuera la Ñ mayúscula, la W y la Y, la v, la x y la z minúsculas— no se asignan en función de las tareas encomendadas a los miembros de la institución, pero es acaso inevitable que estos desarrollen lo que Valentín García Yebra llamó “cierta vinculación afectiva”. Disponemos de un estupendo libro, la Historia de las letras (Espasa) de Gregorio Salvador y Juan Ramón Lodares, donde se da noticia de muchas interesantes cuestiones relacionadas con el alfabeto, pero lo que hace de Al pie de la letra un libro único es el hecho de que recoja ese peculiar lazo del que hablaba García Yebra, no elegido —en tanto que pie forzado— pero por ello mismo abierto al horizonte infinito de la imaginación creadora. Pues las letras tienen su historia y algo de ella aprendemos en estas páginas, pero aquellas son también, como dice García de la Concha, “cifra de pensamientos y sentimientos”.
En los capítulos de Al pie de la letra encontramos ejemplos de pulcra filología (Domingo Induráin, Pere Gimferrer, Francisco Rico), divagaciones históricas, literarias, lingüísticas o etimológicas (Aurora Egido, Rodríguez Adrados, Juan Gil, Martín de Riquer, Álvaro Pombo, José Antonio Pascual, Fernández-Ordóñez, Álvarez de Miranda, Manuel Alvar), microensayos (Torrente Ballester, Carmen Iglesias, Margarita Salas, Rafael Lapesa, Vargas Llosa, Emilio Lledó, Carlos Bousoño, Martín Municio, Muñoz Machado), paseos por el repertorio de las palabras asociadas a una letra (Sánchez Ron, Merino, Lázaro Carreter, Ayala) o acercamientos a términos o expresiones concretas (Álvarez-Arenas, Claudio Guillén, Castilla del Pino, Gregorio Salvador, Ignacio Bosque). También evocaciones más o menos autobiográficas (Zamora Vicente, Francisco Nieva, Julián Marías, Salvador Gutiérrez, Muñoz Molina), relatos o casi relatos (Luis Mateo Díez, Ana María Matute, Ángel González), textos experimentales (Sáenz Sagaseta, Darío Villanueva, Cela), poemas no menos experimentales (Soledad Puértolas, Carme Riera) y ejercicios lúdicos (Fernán-Gómez, José Hierro, Antonio Mingote).
Pero casi todos los textos pueden acogerse a varias de las etiquetas citadas, pues lo que caracteriza a la recopilación —que tampoco elude los registros reivindicativo o humorístico— es su carácter libérrimo, abarcador e inclasificable. Al pie de la letra ofrece así un recorrido no lineal por la historia del castellano y su literatura, pero es también un libro de creación en todos los sentidos. Un libro imprescindible para los amantes de la lengua española, dirigido a todos los que habitan su vasto dominio.
Una obra en marcha
Publicado por primera vez en 2001, el volumen ha ido creciendo en las sucesivas ediciones de la obra, la segunda de 2007 y esta que contiene y amplía las anteriores, pues la incorporación de los textos de los nuevos académicos no conlleva la sustitución de los que escribieron sus predecesores. De este modo, el sumario de Al pie de la letra se ha visto enriquecido con nuevas entradas —más de una docena— que aumentan su colección de perspectivas. La edición de la Fundación Lara, coordinada por José María Merino en colaboración con la Oficina del III Centenario, debe su diseño y los dibujos recogidos en los interiores al ilustrador argentino Óscar Astromujoff, habitual de las páginas de Mercurio, que ha recreado con trazos muy personales cada una de las letras representadas en los sillones de la docta Casa. El volumen está ya disponible en librerías y puede adquirirse por 25 euros.
c de castellano, por Víctor García de la Concha
…Y era, siempre, el mismo: el castellano de los “discretos cortesanos” cervantinos, el “román paladino” de Berceo, aquella koiné primitiva que permitía entenderse e integrarse a judíos, moros y cristianos, y, más tarde, a andaluces y guaraníes, a cántabros y nahuas, gallegos y quechuas. Una c de brazos muy abiertos, que fue abarcando en comunidad de hablantes a gentes de muy diversas partes. […] se independizaron de la metrópoli las naciones ultramarinas, pero jamás rompieron ese lazo de la c del castellano que nos liga a todos en libertad de espíritu. Por eso la c del castellano que comenzó a abrirse hace siglos en aquel “pequeño rincón” del norte de España, abraza hoy a una familia de casi cuatrocientos millones de “espíritus fraternos” esparcidos por el universo mundo.