Pensar en el populismo
Estudios del malestar. Políticas de autenticidad en las sociedades contemporáneas
José Luis Pardo
Anagrama
296 páginas | 18,90 euros
El bienestar es un sentimiento individual que, al decir de algunos, convierte nuestras vidas en aburridas y vuelve a las sociedades dóciles y privadas de cualquier emoción y de la vitalidad necesaria para alcanzar el ideal, sea este el que sea. El malestar, en cambio, es callejero, colectivo y hasta filosófico y literario a partir del momento en que genera obras de pensamiento, vanguardias artísticas y novelas seductoras. Bien podríamos decir que los grandes cambios, las revoluciones o intentos de crear un orden nuevo, son manifestaciones de ese malestar social que, tradicionalmente, elige las sublevaciones para mostrarse. La política es entendida por muchos —por todos aquellos que, de una u otra forma, se oponen al geriátrico que es la democracia parlamentaria— confrontación, lucha, conflicto, choque. Nada por lo que uno no se juegue la vida o esté dispuesto a perderla, piensan, merece la pena.
Ahondando en ese tema, José Luis Pardo nos entrega la obra Estudios del malestar. Políticas de autenticidad en las sociedades contemporáneas, reciente Premio Anagrama de Ensayo. Pardo, catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense, escritor y traductor, entre otros, de Gilles Deleuze, un filósofo que se ha ocupado ampliamente del malestar —mayo del 68— es un prestigioso pensador que siempre ha defendido la importancia y la necesidad de la Filosofía frente a los reiterados intentos de supeditarla a intereses espurios. Estudios del malestar abarca varios y muy interesantes temas y nos conduce, de la mano de Platón, de Hegel, de Marx, de Carl Smith, de Benjamin, de Deleuze, de Foucault, de Badiou, de Laclau (a quien los dirigentes de Podemos han puesto de moda) hasta esta actualidad en la que la crisis económica ha roto el pacto social que se estableció al concluir la II Guerra Mundial y que dio lugar al estado de bienestar. Esa prosperidad social hizo que los enemigos de la política —o quienes reivindican el conflicto y el enfrentamiento— mantuvieran un discreto silencio y fueran perdiendo relevancia social. Pero la crisis propició un nuevo tiempo: roto el pacto social con los recortes, las viejas palabras —comunismo es una de ellas— parecen alcanzar nueva vigencia y sus viejos profetas adquieren protagonismo. Pero el tiempo no ha pasado en balde y aquel proletariado, la lucha de clases, ha de adquirir nueva apariencia bajo el discurso de los populismos, decididos a alcanzar el poder aprovechando el descontento generado con la quiebra económica. Esta es la tesis que sostiene Pardo, aunque su libro alcanza mucho más allá y es sugerente y enriquecedor.
Sin embargo, cabría preguntarse por qué ese mismo malestar no ha propiciado, en países como Portugal o Irlanda, partidos populistas. O por qué, en lugares como Holanda, Suiza o Austria, menos sufridores de esa crisis, surgen partidos de ultraderecha que sí rentabilizan la no política, los vacuos discursos populistas.
El libro es un ensayo que indaga en cómo el estado del malestar se ha instalado en la política, el arte y la sociedad, que desenmascara los populismos y señala la precariedad moral de los políticos. Una lectura que habría de interesar a todo aquel que aprecie el pensamiento, que atribuya un valor al discurso bien hilado y generador de ideas y que no quiera pertenecer a esa masa autoengañada de la que muchos nos han hablado, entre ellos Deleuze, y que en estos días está más presente que nunca.