Mujeres en resistencia
Ya sabes que volveré
Mercedes Monmany
Galaxia Gutenberg
180 páginas | 18 euros
Antes de que Auschwitz se convirtiera en un símbolo, y que en el peor y más terrible de los casos haya derivado en un parque temático del horror, había sido, no solo el campo de exterminio más cruento en cuanto a número de muertes y espantos múltiples, sino el más despiadado mutilador de posibles páginas para la Historia de la Literatura: un espacio donde la brillantez y la altura intelectual quedaron también reducidas a cenizas.
La barbarie del genocidio nazi se llevó por delante personalidades únicas a quienes arrebató la eternidad a la que estaban predestinadas por sus trabajos en el campo de la ciencia, la política o la literatura; como arrebató también a las generaciones venideras la posibilidad de bucear en esa memoria, el derecho a conocer, a aprender de esas fuentes. Mercedes Monmany cierra el encuadre de esta ignominia —de la que nunca conoceremos su verdadero alcance— poniendo el foco en el escalafón más ínfimo: tres mujeres judías, intelectuales, poetas, escritoras de indudable calidad literaria, que hallaron la muerte en este cuadrilátero del horror.
A ellas les dedica Ya sabes que volveré, un ensayo literario con tono de reportaje periodístico que tiene el valor principal de la justicia histórica: hablamos de la holandesa Etty Hillesum —que moriría con 29 años, dos meses después de llegar a Auschwitz—, la berlinesa Gertrud Kolmar —“una de las más grandes y secretas poetas alemanas de su tiempo”, en palabras de Monmany—, e Irène Némirovsky, la única que conoció la gloria en vida y que, hace poco más de una década —en 2004— volvió a irrumpir en la escena literaria internacional con Suite francesa, novela póstuma con la que ha dejado tocadas las conciencias de media Europa casi un siglo después de haber sido escrita.
El libro es también una reflexión sobre la literatura y el pensamiento como única forma de resistencia, como bálsamo, como asidero ante el horror. Pero lo que comienza como una aséptica memoria-resumen de la vida comparada de Etty, Gertrud e Irène, en relación a su tiempo y sus contemporáneos, va desarrollándose, a medida que la autora se detiene en cada una de estas tres personalidades únicas, como un relato profundamente sensible, estremecedor por momentos, una lectura de la que no se sale indemne. Ya sabes que volveré está cargado de referencias literarias, demuestra un gran bagaje de lecturas, pero también es un libro que duele, que enfurece, que indigna. Puede el lector quedar atrapado en la tristeza, para qué engañarnos, pero también se enredará en la curiosidad por conocer sus obras. Ese es uno de los grandes logros de Monmany en Ya sabes que volveré: el rescate y la puesta en valor de los Diarios de Etty; de los poemas de Gertrud y las novelas de Irène. Permítanme llamarlas por su nombre, ya me van a acompañar para siempre.