Humor y sabiduría
Enciclopedia Eslava
Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser razonablemente culto
Juan Eslava Galán
Espasa
667 páginas | 21,90 euros
Esta es una enciclopedia insólita, inclasificable, satírica y heterodoxa. En seiscientas páginas pueden toparse el caballero Lanzarote y Santa Úrsula con las once mil vírgenes. En ciertos capítulos huele a pan de la mar del que llevaban las galeras de ultramar o a potaje de turmas de toro, como el que Germana de Foix preparó al viejo Fernando el Católico para que pudiera volver a folgar. Todo cabe en la Enciclopedia Eslava, un compendio de historias de la Historia que resume las curiosidades de un escritor que ha dedicado su vida al ensayo divulgativo y la novela de época.
Juan Eslava Galán propone un paseo por las historias del pasado, sin olvidar el propósito irónico del subtítulo: “Todo (o casi todo) lo que debes saber para ser razonablemente culto”. Desde luego, el itinerario por la cultura que plantea el autor es extravagante y disparatado. Una broma culturalista con brujas y aquelarres, reyes impotentes, banquetes pantagruélicos o intrigas palaciegas en la corte de Carlos V.
El lector se convierte en curioso viajero del tiempo que ríe, aprende y en no pocos episodios se asombra, como cuando descubre la historia de doña María Coronel, la monja momificada en el convento de Santa Inés de Sevilla, que se desfiguró con aceite hirviendo para que el doñeador rey Pedro el Cruel dejara de perseguirla con lúbricas intenciones. Eslava Galán ofrece la leyenda oficial, pero como buen rastreador de contra crónicas también nos cuenta la menos conocida de la dama del tizón. En esta versión a doña María le vino gran tentación y tomando un palo ardiendo lo introdujo por do más pecado había…
Conocedor de la condición humana, el autor de En busca del unicornio o Misterioso asesinato en casa de Cervantes dedica buena parte de su enciclopedia a la gastronomía y el erotismo como si todos los siglos pudieran resumirse en cocinas y aposentos. Del pecado griego se pasa a las prostitutas sagradas en la antigua Iberia para luego adentrarse en la alcoba donde el joven emperador Carlos V “boquirrubio, feo y cervecero” levanta las tocas de la viuda Germana de Foix, su querida abuelastra.
Sin embargo, esta enciclopedia no es solo un vasto compendio de misceláneos saberes, un inventario humorado de entradas a diversas erudiciones. Está el trabajo personalísimo de un escritor lleno de curiosidades, un autor que en novelas y ensayos de aparente entretenimiento ha mostrado los profundos pilares de conocimiento en los que se basa su ya amplísimo proyecto literario. Este libro es el rastro de esa búsqueda, de los largos procesos de documentación, de la intensa labor de investigación. En cierto modo, esta obra es casi una autobiografía del mejor Eslava Galán. A veces, entre episodios sobre los herejes iluminados o un banquete del duque de Medina Sidonia asoma también la memoria personal del hombre. Del hombre que recuerda. La vida del autor se cuela entre estas páginas para evocarnos viajes de juventud contemplados ahora con cierto aire de melancolía. Esta Enciclopedia Eslava tiene algo muy personal y también una confesión en el epílogo donde el autor se detiene en el camino de la vida, mira atrás y luego hacia delante para reconocer la angustia por la brevedad de la vida de quien se empeña en aprender todos los días. Un pensamiento de lucidez, decencia intelectual y sinceridad ética: “Mi curiosidad no se verá saciada en el tiempo que me quede”. Sin embargo, a esta enciclopedia le quedan anexos, ampliaciones, sagas y segundas partes. Larga vida al humor y la sabiduría.