Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes 2
Francesca Cavallo y Elena Favilli
Trad. Graciela Romero Saldaña
Destino
224 páginas | 19,95 euros
Una nueva entrega del exitoso Cuentos de buenas noches para para niñas rebeldes, que ha llegado a las manos de varios millones de personas, en forma de diccionario biográfico donde sus protagonistas son de todas las latitudes, de todas las épocas, y de todas las razas y convicciones religiosas. Resulta así un homenaje a la mujer, a cualquier mujer: porque se tiene en cuenta que tantos millones de mujeres han pasado desapercibidas, ocultadas, apartadas, se han convertido en invisibles pese a haber aportado a la Humanidad más que un granito de arena.
Por eso en el libro caben escritoras de la talla de Agatha Christie, J. K. Rowling o Beatrix Potter; estadistas como Nefertiti o Angela Merkel; artistas como Beyoncé o Selda Băcan, actrices como Audrey Hepburn, pero también activistas como Rigoberta Menchú o Sophie Scholl, y deportistas como la tenista Steffie Graf o la gimnasta Nadia Comăneci.
El libro las propone como seres que dejan huella y las jóvenes de hoy pueden asumirlas como ejemplo de superación, como referentes, como iconos en su especialidad, por su vida, en su moverse por el mundo. Muy interesante. Muy necesario. Una especie de múltiple fábula con cientos de moralejas implícitas.
Animalotes 3: La Pelusilla contraataca
Aaron Blabey
Anaya
144 páginas | 9,90 euros
Otra aventura de los animalotes que ahora se van a meter en un lío mayúsculo, pues se meterán en la boca de un lobo que en realidad es una cobaya, además de un científico loco que quiere destruirlos. Menos mal que los protagonistas encuentran la ayuda inesperada de La Liga Internacional de los Héroes, un grupo de seres que también intentan, como ellos, ayudar a la Humanidad.
Suerte para el señor Lobo, porque la representante de la Liga Internacional es una preciosa zorrilla, Fox, de la cual se enamorará a las primeras de cambio.
Por el texto, tan breve (estamos en una novela gráfica), pululan las expresiones coloquiales: “Eh, compadre”, “¡Bah, al cuerno!”, “Escúpeme”, “Sácame de aquí echando leches”, “¿Me lo dices, o me lo cuentas?”, “Dale caña”. Todas ellas sirven para aproximar la lectura a unos destinatarios que tienen prisa por leer, y no cuidan demasiado su léxico. Muy apropiada para los chicos de ahora mismo. n
10 grandes rutas del mundo
Gillian Richardson
Ilus. Kim Rosen
Siruela
164 páginas | 19,95 euros
Después de haber conseguido un considerable éxito con 10 plantas que cambiaron el mundo, también publicado por Siruela, Gillian Richardson, que ha sido profesora y bibliotecaria en varias provincias canadienses, lanza este libro tan documentado, bien presentado y llamativo, en el que el lector va a encontrar lugares y casos de todo el mundo, desde una punta del globo a otra, escudriñándolo con ojos curiosos, como si fuesen los de la autora y su afición a las historias originarias de cualquier lugar. Una afición que procede de su infancia, cuando su padre le contaba sus viajes, alimentando así su fantasía y su deseo por ver mundo.
En el libro hay también personajes de diversas épocas, razas y lugares, que avanzaron por sitios peligrosos, pero también por otros espectaculares por su belleza, desde Alejandro Magno hasta cualquier peregrino que hace hoy el camino de Santiago, pasando por los visigodos, Napoleón, o los indios americanos.
Los Súper Minis
Melina Pogorelsky
Ilus. Ana Sanfelippo
Edelvives
24 páginas | 14 euros
Los Súper Minis son dos chicos de unos cinco años, que han visto algunas películas de superhéroes y quieren imitarlos cambiando sus nombres por “Capitán Trompeta” y “Supertrucho”.
Como cualquier superhéroe que se precie, los dos amigos han de solucionar problemas de la gente, y para ello se lanzan a la calle buscando a alguien en apuros.
Sus primeras aventuras son de distinto signo, pero parece que todo va a cambiar cuando la madre del protagonista los lleva a la tele, al programa de Pepe Topete, que han visto tantas veces.
Los chicos no interpretan correctamente el monólogo del popular personaje televisivo, y eso los lleva a elucubraciones tan simpáticas como inverosímiles.
Sin embargo, su dificultad para entender el mundo sirve para salvar el programa de la tele. Así, pues, han triunfado una vez más.