España en la encrucijada
La hispanibundia. Retrato español de familia
Mauricio Wiesenthal
Acantilado
320 páginas | 20 euros
Mauricio Wiesenthal propone en su último ensayo un ejercicio de alto riesgo: mirarnos en el espejo de nuestra memoria. La hispanibundia. Retrato español de familia (Acantilado) es un intenso recorrido por el alma de un país complejo y contradictorio. Un libro de cosas españolas que apunta a la médula de la Historia, al centro de gravedad de un país azotado siempre por decadencias, complejos de culpa, delirios, flaquezas, locuras, melancolías, honra, envidias, frustraciones, desengaños, sobriedades y excesos. Y, por esa misma razón, un país apasionante.
Wiesenthal es uno de esos escritores de estirpe europea que entronca con Stefan Zweig, Thomas Mann o W. G. Sebald, autores que se empeñaron en repensar un continente fascinante y terrible. Nació en Barcelona, pero su familia es de origen alemán: “Soy biznieto de un músico, nieto de un editor e impresor, hijo de un catedrático, descendiente de generaciones de viejos europeos”. Y recuerda que vino al mundo en un siglo pavoroso: “Nací en medio de un bombardeo, cuando las luces se apagan”.
Quizás tengamos la sensación de que España es un país en el que las luces se están apagando. O tal vez no. Puede que estemos atravesando una época de cambios y perturbadoras metamorfosis. Tiempos bizarros que se viven con sufrimiento, pero fascinantes cuando, ya pasados, se evocan desde el recuerdo.
El autor de obras que rescatan el espíritu de la vieja Europa, como Luz de vísperas, Libro de réquiems y El esnobismo de las golondrinas, invita ahora a recuperar “la memoria de nuestra venerable patria” con sus luces y sombras. Una propuesta oportuna en un país que nunca contó bien su Historia y que se ha caracterizado por la desidia constante con su pasado. Un país que suele resolver sus conflictos con cuatro clichés superficiales y una apelación perversa a la emoción más que a la razón.
Wiesenthal es consciente de que algo ha cambiado y que en los últimos años hay una necesidad de reflexionar sobre qué es España. Quizás porque se han roto los pactos por su unidad o porque sus instituciones han descubierto las grietas que amenazan sus pilares. La hispanibundia de Wiesenthal apunta a esa necesidad de regeneracionismo. Y nos presenta una obra obsesionada por captar el aire español, un aire de familia, el aire que corre entre los personajes de Las Meninas. Ese inconcreto instante en el tiempo pintado por Velázquez.
Atraviesan las páginas de este libro hispanibundos como el Quijote, nuestros místicos, la vieja Celestina, Vives, Servet; villanos desde Vellido Dolfos a los infantes de Aragón; pícaros del linaje del Guzmán de Alfarache, el Lazarillo o el Buscón, y melancólicos poetas como Garcilaso. Una galería de siluetas fantásticas como de sueño calderoniano en el que de fondo se escucha el estrépito de batallas y a ratos un silencio de naturalezas muertas.
Pero ¿qué es la hispanibundia? “Es una mirada interrogante y curiosa de lo que queda de aquella nación que llamaban España: ¿una confusión, un laberinto, una ruina, una promesa?”, plantea. Pasa Wiesenthal de los momentos gloriosos de un país en marcha a las zonas oscuras: de la España del Humanismo de Nebrija a la España goyesca con su profesión de castizos, de la vieja hidalguía transmutada en comedia al bandolero como el último representante de la épica medieval española. Un fresco en el que el pasado se proyecta en el presente para ayudarnos a reflexionar sobre la misteriosa condición del español hispanibundo en una de las más trascendentes encrucijadas de su Historia.