36 preguntas para enamorarte de mí
Vicki Grant
Trad. Silvia Cuevas Morales
Crossbooks
256 páginas | 15,95 euros
He aquí una autora inteligente que conoce bien a los jóvenes, cuáles son sus planteamientos vitales, y cómo se accede a su interior, por más que les cueste retratarse. Porque en el fondo eso es esta novela: el descubrimiento del otro yo, un descubrimiento paulatino que permite comprender qué somos en el mundo, por qué nos movemos, cuáles son nuestras necesidades, nuestras frustraciones, lo que nos motiva y lo que nos aburre.
La trama se basa en un cuestionario que dos jóvenes desconocidos se deben hacer para facilitar el trabajo de un becario, Jeff, que se ocupa de cuestiones emocionales.
Bob y Betty, es decir, Paul y Hildy, van respondiendo con sinceridad las 36 preguntas que se introducen como cuchillos afilados en su intimidad. Él lo hace para recibir los 40 dólares que recibirá por participar; ella, porque se siente moralmente obligada.
Poco a poco se irán descubriendo cómo son, y entre ellos surgirá una mutua atracción que los lleva a encontrarse fuera de los límites de la encuesta.
Muy bien llevada, con preguntas y respuestas que suponen bastante más que una conversación ingeniosa.
Super-Narval y Medu Shock
Ben Clanton
Trad. Teresa Farran y Mar Zendrera
Juventud
65 páginas | 13 euros
Este libro supone un primer acercamiento a los superhéroes, que el niño conoce porque ha visto películas y algún tebeo, y todavía no sabe muy bien de qué van, por qué existen, cuáles son sus superpoderes.
El protagonista, Narval, no lo tiene claro, pero sí admite la necesidad de un compañero de aventuras, al estilo de los ya clásicos, que sirven de sombra y de referente, de amigo fiel del superhéroe. Y Medu será quien se encargue de cumplir ese papel.
Ben Clanton aprovecha el libro para dar a conocer a sus lectores algunas características tan auténticas como asombrosas de seres marinos reales y de otros no tanto, que hacen las delicias de los niños.
La balada de los unicornios
Ledicia Costas
Ilus. Mónica Armiño
Anaya
191 páginas | 12,50 euros
Con este libro se alzó su autora con el último Premio Lazarillo, siendo la segunda vez que lo obtiene. Fue ganadora asimismo del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con Escarlatina, la cocinera difunta.
Ahora propone una historia con una joven adolescente (Ágata, 16 años) que vive en la Escuela de Artefactos y Oficios Artísticos, donde desarrollan sus capacidades niños y niñas huérfanos (“amputados”) con especial inteligencia, lo que les permite realizar todo tipo de creaciones más o menos mágicas, como ella ha hecho con su robot Tic-Tac.
El lugar no es el más apropiado para desarrollar sus cualidades positivas, pues está regido por Cornelia, una auténtica bruja, y su segunda de a bordo, Ofelia, otra que tal… Pero allí está su amigo León, que ha alcanzado la categoría de Genio, pues ha sido capaz de devolver a la vida a una mujer asesinada por El Destripador.
Una obra situada en la época de Jack el Destripador, con no poco de ciencia (ficción), que quizás alcancemos en un futuro próximo y que asombra por su lucidez y su fuerza narrativa.
El superpoder de Rasi
Begoña Oro
Ilus. Dani Montero
SM
72 páginas | 8 euros
Rasi es una joven ardilla que vive en el patio del colegio donde estudian Nora, Aitor, Ismael e Irene, dirigidos por Elisa. Es un personaje interesante, cuyas aventuras conforman la serie de “La pandilla de la ardilla” y los libros suelen ir acompañados por un peluche de la protagonista. En esta ocasión, vestida de superheroína.
Para esta ocasión Begoña Oro ha decidido una trama sencilla pero sugerente: ha desaparecido el colgante que Nora recibió de su abuela, y deciden investigar quién y cómo lo ha robado. Pronto descubrirán que es una urraca, y sabemos que a estos animales les gustan los objetos brillantes.
Dispuestos a culminar la investigación, ponen un señuelo, pero la urraca tarda en aparecer. Finalmente lo hace y se lleva las llaves del colegio. En ese momento, todos los chicos demuestran disponer de algún “superpoder”: la “superciencia”, la “superpaciencia”, la “supervelocidad”, y, por supuesto, el “superabrazo”, que distingue a Rasi, la ardilla.
Significa animar a los niños a pensar positivamente de sí mismos: todos tenemos algún superpoder. Y la autora anima a los lectores a dibujarse con su particular superpoder junto a la ardilla, al final del libro. Abrazar es dar algo de sí: siempre a favor de los demás.