La epopeya de los dignos
Si ahora no, ¿cuándo?
Primo Levi
Trad. Helena Aguilá
Península
384 páginas | 17,90 euros
La importancia de su obra acerca de los campos de concentración nacionalsocialistas, ese Yo acuso imperecedero que es la Trilogía de Auschwitz, uno de los proyectos capitales del siglo pasado a la hora de entender en qué consiste la condición humana y cuáles son algunas de sus consecuencias prácticas, ha oscurecido en ocasiones la labor de Primo Levi como novelista y autor de relatos, una labor en cualquier caso ligada a las preocupaciones de quien convirtió la experiencia de la Shoah en baricentro emocional e intelectual de su tarea. Por ello la lectura de Si ahora no, ¿cuándo? supone una ocasión inmejorable para asomarse a la ficción de un escritor con un olfato extraordinario para retratar el ambiguo rostro de la humanidad y su prodigiosa plasticidad.
Si ahora no, ¿cuándo? nace del relato que un amigo milanés hizo a Levi a propósito de un grupo de partisanos judíos llegados a la capital de Lombardía en el verano de 1945, poco después de la capitulación alemana en Reims y semanas antes del lanzamiento desde aviones estadounidenses de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki que clausurarían la Segunda Guerra Mundial. Estimulado por la historia de esa comunidad de hombres y mujeres libres que habían cruzado media Europa para llegar hasta las costas italianas con la idea de tomar un barco que los condujera a Palestina, Levi construyó un relato de guerra, amor, salvación, locura y esperanza que, al modo de una contemporánea Anábasis, indagaba en las peculiaridades de la condición judía y en su singular peripecia en una Europa devastada por el totalitarismo. El resultado es un libro magnífico, ferozmente actual y bellísimamente escrito.
Levi conjura en Si ahora no, ¿cuándo? lo personal y lo colectivo, la intimidad y el mito, el detalle y el conjunto. Al extender su paleta sobre un abigarrado grupo compuesto por jóvenes y veteranos, soldados del Ejército Rojo y condotieros sin bandera, sionistas fervientes e internacionalistas ateos, unidos solo por el hecho de haber nacido judíos y por su lucha contra la esclavitud del hombre por el hombre, Levi toma de la Historia el atrezo de su horror y expresa en páginas de diáfana sobriedad la aventura insolente de unos espíritus irredentos, cuya fraternidad se expresa sobre todo a través de la dignidad.
La carne se abre en estas páginas. La muerte es una invitada asidua. No existe piedad con los verdugos y la venganza encuentra su justificación. Los dolores se suceden. Hay ejecuciones, represalias, atentados. El heroísmo no es una condición innata, sino que se conquista a marchas forzadas, aprendiendo de la verdad de quien escapa, golpea y hiere. Bielorrusia, Ucrania y Polonia se tiñen de sangre. No existe una visión idílica de la contienda ni se ennoblece gratuitamente a los luchadores. En Si ahora no, ¿cuándo? no queda espacio para la reconciliación, la incomodidad de lo sucedido continúa ahí, a pesar de los años transcurridos (la novela se publicó en 1982), pero sin embargo subyace en ella, y la recorre como un hilo irrompible, un caudal de confianza en la dignidad humana, un sentimiento que no nace de los credos sino de la experiencia compartida, que no se aprende en los libros sino en las tierras arrasadas por la guerra, y que alumbra como una llama feroz este libro despiadado, severo y, al tiempo, humanísimo en cuya última escena, a pesar de los pesares, se asiste a ese gesto repetido que mantiene viva la cadena de la sangre y sus misterios: el nacimiento de un niño.