Héroes del frío
La conquista de los Polos
Jesús Marchamalo
Ilus. Agustín Comotto
Nórdica
152 páginas | 29,50 euros
Habría que comenzar aquí elogiando el “objeto libro” ante esta preciosa edición que Nórdica ha preparado para corresponder a la inmensa epopeya de los grandes aventureros que, a finales del XIX y principios del XX, se dejaron literalmente la vida en la carrera por explorar y descubrir los Polos Norte y Sur de nuestro planeta. Hay pocos escritores/periodistas tan activos y tan capaces de admiración por el mundo, los narradores y héroes que lo habitan como Jesús Marchamalo (Madrid, 1960). Era casi cuestión de tiempo que se lanzara también —literalmente— a la aventura, para contarnos, en un texto documentado, apasionado y adictivo, las hazañas árticas y antárticas de Nansen y Amundsen (protagonistas del libro), pero también las de tantos otros que fracasaron o perecieron antes o después en la gloriosa intentona. Algunos como el desdichado británico Scott, en su desesperada y trágica carrera contra el todopoderoso noruego Amundsen en el Polo Sur, una competencia que el primero perdería por solo treinta y cinco días y que tuvo para él el más terrible pero digno de los finales. Y es cierto que el lector se embarca y se sumerge en este libro desde muy pronto, desde esos primeros compases donde asistimos al temor que producían aún en pleno siglo XIX esos territorios gélidos, inaccesibles y mínimamente cartografiados, que se tragaban sin cesar barcos o mataban o mutilaban a los hombres de mil maneras a temperaturas de 60 grados bajo cero. Marchamalo desglosa en el inicio la importancia de los avances tecnológicos de la época y el impulso de las sociedades geográficas para que se organizaran estas grandes expediciones. Le imprime a toda la obra un cuidado y excelente aire divulgativo, pedagógico en el mejor de los sentidos y capaz de contagiar el entusiasmo de aquellos héroes románticos. Se equivocará quien crea que este volumen (hermosamente ilustrado por el bonaerense, afincado en Barcelona, Agustín Comotto) está dirigido a lo que antes se llamaba “infantil y juvenil”, pues seduce e implica a los lectores de cualquier edad. El texto no se centra solo en los dos grandes aventureros noruegos y en su astucia, preparación y extrema pericia. Marchamalo cuenta las tentativas más o menos logradas de muchos otros exploradores que lo intentaron a bordo de balleneros, foqueros y quitanieves, y entona un merecido homenaje a los centenares de hombres que no recibieron tantos honores o no regresaron: los Ross, Parry, Shackelton, Wilson, Scott, Nordenskiöld, Franklin —y sus 123 hombres desaparecidos—… y muy especialmente Johansen —aquel campeón del mundo de gimnasia que tanto había hecho por Nansen (entre otras cosas, antes de la aventura del Polo Norte, acompañarlo como mano derecha y gran amigo en la conquista de Groenlandia a lo largo de unos terribles 2000 km en trineo)—. Johansen después sería repudiado por el arrogante Amundsen en la travesía del Polo Sur. Y, hablando de tándems que funcionan, a la altura del excelente texto de Jesús Marchamalo se encuentran las espléndidas ilustraciones de Agustín Comotto, sus estampas artísticas y detalladas, sus desplegables en los que vamos sabiendo por igual de la logística de estos viajes, del diseño de las embarcaciones, de los tipos de hielos, de las faunas ártica y antártica, de los peligros e inclemencias que sortearon… Un libro hermoso, de preciosa factura, donde los navegantes, sus embarcaciones y los sacrificados animales que los acompañaban, cobran, como es de justicia, estatura mítica.