Segundo Encuentro Poesía en Vandalia
El Encuentro Poesía en Vandalia, organizado por la Fundación José Manuel Lara, tuvo en esta segunda convocatoria un significado especial al celebrarse el décimo aniversario de la colección de poesía, que ha conseguido abrirse un hueco entre las editoriales especializadas. Coordinado por el editor Ignacio F. Garmendia, el Encuentro se celebró durante dos jornadas de noviembre en el Espacio Santa Clara —gracias a la colaboración de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla— y fue inaugurado por la directora general de la Fundación, Ana Gavín, que destacó el medio centenar de títulos publicados hasta el momento y el hecho de que el catálogo alterna “la obra de autores reconocidos con apuestas novedosas”. Por su parte, el director de la colección, Jacobo Cortines, mostró su satisfacción por la continuidad de las jornadas, recordó que pretenden “explorar los rumbos de la poesía actual, a través del diálogo entre autores de diferentes generaciones” y matizó que, “aunque Vandalia nació para mostrar al mundo la poesía que se hace en Andalucía, posteriormente se abrió al resto de España y Latinoamérica, buscando siempre la calidad al margen de tendencias”.
Abrieron el Encuentro Chantal Maillard y Antonio Colinas, que dialogaron sobre la relación entre poesía y filosofía y destacaron al respecto la influencia de María Zambrano. Otro de los temas abordados fue su relación con Oriente, importante para ambos. En el curso del diálogo moderado por Cortines, Colinas indicó que Zambrano “nos conduce a algo muy vivo y presente en su obra, como es el pensar la poesía. Yo escribía —dijo— de una manera muy emocional, pero ahora pienso que el poema ideal es aquel que el poeta piensa y siente a la vez”. Por su parte, Chantal Maillard aseguró que “la relación entre poesía y filosofía era para mí bastante confusa, pero después de un periodo de indagación lo tuve claro. No solo es una cuestión formal, sino también de actitud, porque el pensamiento siempre busca concluir, y la poesía no persigue encontrar respuestas, sino que es pregunta”.
Tras la intervención de estos autores, se celebró una mesa redonda acompañada de lecturas de poemas a cargo de Vicente Molina Foix y Javier Vela. Esa primera jornada finalizó con un concierto a cargo de tres integrantes de la Orquesta Barroca de Sevilla. El segundo día del Encuentro contó con la participación de José Carlos Llop, Álvaro Salvador, Nuria Barrios, Vicente Gallego, Ángela Vallvey y Juan Cobos Wilkins, en una mesa redonda moderada por Garmendia tras la que los poetas invitados leyeron una muestra de su obra.
Julio Neira presenta su antología sobre Nueva York en la poesía española contemporánea
Nueva York ha sido una ciudad global desde antes de que apareciera ese concepto que conocemos como globalización. Y eso ya se ve en el famoso poema de José Hierro”, afirmó Neira en la presentación de Geometría y angustia. Poetas españoles en Nueva York, que tuvo lugar en la sede madrileña de Planeta a cargo de Luis García Montero. El interés por la ciudad “se debe en unos casos a su belleza y en otros a la vida inhumana y al sentimiento de alienación que provoca; es algo que los une a todos, independientemente de la edad, la época o las distintas visiones estéticas”. El 11-S, sin embargo, supuso “una inflexión en el tratamiento de la ciudad, a la que desde ese momento ya no solo se ve como verdugo, sino también como víctima”. Neira resaltó la vigencia de una materia poética que, apoyada en una tradición lírica de gran altura, “sigue inspirando a los poetas de las nuevas generaciones”.
Por su parte, García Montero destacó que el volumen, publicado por Vandalia, “sirve para conocer los debates más serios de la poesía contemporánea en su diálogo con la ciudad, ya sea desde lo positivo como desde un punto de vista negativo”. El poeta granadino, estudioso de la poesía urbana, concluyó que “Nueva York es la metrópoli por excelencia y este libro va a la raíz de la ciudad que mejor representa este papel simbólico, vehículo para un diálogo directo con la velocidad y la modernidad”.
Vicente Molina Foix reúne su poesía en ‘La musa furtiva’
El nuevo título de la colección Vandalia recoge todos los poemas del autor ilicitano, desde finales de los años sesenta —cuando fue seleccionado como uno de los Nueve novísimos de la célebre antología de Castellet— hasta hoy mismo, incluyendo en su parte final poemas recientes de un libro en marcha. Se trata de la primera recopilación de su producción lírica y nos muestra la faceta menos conocida de un narrador que ha merecido premios tan prestigiosos como el Herralde o el Nacional de Narrativa.
Precedidos de un prólogo de Candelas Gala, que realiza un impecable análisis de la obra de Molina Foix, los poemas de La musa furtiva han sido revisados por el propio autor, que ha eliminado algunos poemas publicados en antologías o en sus dos únicos poemarios —Los espías del realista y Vanas penas de amor—. El conjunto ofrece la posibilidad de acceder a una trayectoria, paralela a la del novelista, que se remonta a los tiempos de su juventud universitaria.
La preparación del volumen ha provocado en el poeta “una impresión vertiginosa pero placentera. Es como volver a la adolescencia desde la edad madura (muy madura), y ganar el tiempo perdido con la ayuda de la poesía. He escrito en mi vida muchos versos desde muy pronto y he publicado pocos, así que los casi cinco meses empleados en descubrir, recordar, releer, revisar, descartar o recuperar todo el material guardado en carpetas han sido un viaje hacia atrás que me ha permitido reconstruir imágenes, palabras y situaciones de mí mismo que, sin haber olvidado del todo, permanecían en la caja fuerte de la memoria inconsciente”.
La musa furtiva traza un itinerario desde las prosas poéticas del “espíritu novísimo” hasta los últimos poemas que Molina Foix llama, quizá con ironía, “versos morales”, sin olvidar la sustancial producción de carácter amatorio y no pocas veces cínico. “Solo he eliminado —afirma el autor— un poema aparecido en la selección de Castellet y unas pocas piezas posteriores que salieron en Vanas penas de amor y en revistas. Y tampoco están, naturalmente, los poemas inéditos o inacabados que en la relectura actual me han parecido redundantes o insignificantes”.
Casi medio siglo separa los primeros y los últimos poemas. Por ello, “en cierto modo, el libro podría ser una suerte de biografía literaria a través de los temperamentos del poeta: la irracionalidad, el nonsense, el juego semántico, el sentimiento amoroso, el resentimiento amoroso, los caprichos de la carne, las sumisiones de la carne, la pesadumbre de la edad o el saber de la edad”.
La poesía y el teatro fueron los géneros en los que se inició un escritor que ha ejercido como profesor en Oxford, autor dramático, narrador, crítico o director de cine. “Nunca he dejado de escribirla, aunque haya sido cauto o veleidoso en mis apariciones de poeta. Le he guardado, sin embargo, una fidelidad inquebrantable como lector. Todos los días intento leer al menos un poema, y nunca falta en mis ritos de paso y en mis viajes un volumen de versos. Por otro lado, sigo escribiendo poesía con regularidad”.
Cádiz acogió un pleno extraordinario de la RAE
Celebrada el pasado 8 de noviembre, la sesión tuvo lugar en el Oratorio de San Felipe Neri, el mismo escenario que hace 200 años acogió a los diputados que vieron nacer la primera Carta Magna española. El pleno de la RAE, que se desarrolló por primera vez en su historia fuera de la sede de la Casa, se centró en la conmemoración de la Pepa, aunque siguió el orden acostumbrado y trató también de otros temas. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González-Mazo, asistieron al acto en representación de las instituciones y posaron para la foto de familia junto a un grupo de académicos encabezado por su director, José Manuel Blecua. También asistió Ana Gavín, la directora general de la Fundación José Manuel Lara, institución patrocinadora de esta actividad extraordinaria.
El director de la RAE recordó los nombres de Jovellanos, Villanueva, Porcel, Martínez de la Rosa, Juan Nicasio Gallego, Alcalá Galiano, José Joaquín de Mora y Bartolomé José Gallardo, diputados de las Cortes y miembros de la RAE. Asimismo evocó la figura de un director de la Academia, José María Pemán, que “tuvo una actitud dignísima en épocas muy difíciles”. Blecua no quiso dejar de mencionar el título IX sobre la Instrucción Pública de la Constitución de 1812, donde se afirma: “Habrá una academia llamada Española cuyo objeto será conservar la pureza, propiedad y decoro de nuestra lengua”. Luego, siguiendo los puntos habituales en los plenos, el secretario dio a conocer las noticias de las academias hermanas, los nombramientos y candidaturas o los nuevos libros publicados por miembros de la RAE como José Manuel Sánchez Ron, José María Merino y Arturo Pérez-Reverte.
La sesión continuó con las intervenciones de los académicos. Pedro Álvarez de Miranda destacó en su discurso la aparición de neologismos durante el período constituyente, tales como liberal frente a servil, o ciudadano frente a vasallo y súbdito. Carmen Iglesias disertó sobre los logros y cambios que produjo la Constitución de 1812 y el modo en que estos influyeron en el resto de las constituciones españolas hasta 1978. José María Merino desglosó las referencias biográficas a los diputados de las Cortes que fueron miembros de la RAE. Y Arturo Pérez-Reverte narró la resistencia con la que se encontró Napoleón al intentar conquistar la península, describiendo la ciudad de Cádiz como “un barco de piedra y murallas anclado en el mar”.
Durante su estancia en Cádiz, los académicos fueron recibidos en el Ayuntamiento por la alcaldesa y se acercaron al monumento de homenaje a las Cortes, donde realizaron una ofrenda floral. También visitaron el Casino Gaditano y el Observatorio de la Marina en San Fernando.
Eslava Galán presenta en Andalucía sus ‘Ciudades de la Bética’
El escritor jiennene ha recorrido Andalucía —Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén y Granada— para presentar su último libro, publicado por la colección Ciudades andaluzas en la Historia de la Fundación Lara, un ameno itinerario por el territorio que los romanos llamaron Bética. Juan Eslava ha destacado las raíces latinas de la región e intentado mostrar la continuidad del legado de Roma: “la reciente creencia de que venimos de los árabes se inspiró en las crónicas de los viajeros románticos y fue aceptada por motivos políticos en la etapa autonómica”.
“He decidido no interferir en los comentarios, no siempre políticamente correctos, de mis personajes”, ha indicado Eslava, refiriéndose a los dos amigos que protagonizan un viaje en el tiempo que contiene no pocas alusiones a la actualidad. Tampoco faltan en Ciudades de la Bética referencias a las tradiciones gastronómicas o en general a todos los aspectos relacionados con la vida cotidiana. El autor ha recogido documentación muy variada para recrear no solo las ciudades romanas, sino también los asentamientos ibéricos, asesorado por arqueólogos de las zonas respectivas. Eslava ha aprovechado la presentación de su libro para llamar la atención sobre el estado de abandono de una riqueza arqueológica que en muchos casos “solo podemos degustar en pequeñas dosis”.