«La poesía y los toros son dos maneras de asomarse al misterio de estar vivo»
Carlos Marzal publica en la colección Vandalia ‘La geometría y el ensueño’, una personal recopilación de poesía taurina
Poeta, narrador y ensayista, además de buen aficionado, Carlos Marzal ha reunido en La geometría y el ensueño una personal recopilación de poemas que prescinde de los clásicos consabidos para mostrar otra visión de la fiesta. Desde la convicción de que “a la poesía taurina le conviene ser más poética que taurina”, el antólogo ha buscado la sutileza, la levedad y, al mismo tiempo, el núcleo esencial de la tauromaquia.—¿Es usted aficionado a los toros o solo a la poesía taurina?
—Soy aficionado desde hace muchos años. El universo de los toros, para mí, es una variedad del arte. La poesía taurina representa una forma más de profundizar en mi principal interés: el arte y la vida, que son a fin de cuentas una y la misma cosa.
—¿Qué tienen en común la poesía y la tauromaquia?
—La poesía y los toros constituyen dos formas de intensidad estética, dos maneras de asomarse al misterio de estar vivo. Los destellos de una gran faena pertenecen al mismo ámbito emocional que los fogonazos de un buen poema.
—¿Se puede transmitir al lector la emoción de la poesía taurina al margen de que sea o no aficionado a los toros?
—La poesía taurina puede entenderse también como un gran “tópico” literario, igual que durante siglos la pintura religiosa fue un motivo obligatorio para los artistas, al margen de sus creencias. No hace falta ser aficionado taurino para darse cuenta de que el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” de Lorca es un poema excelente.
—¿Cómo explica el criterio “musical” que sigue la ordenación del libro?
—He ordenado los poemas atendiendo a mi propio oído, y no, como suele hacerse, por orden alfabético o cronológico. He querido dar variedad a la lectura, crear un ritmo lector distinto, que entretenga y cree intensidad.
—¿Qué normas ha seguido para seleccionar a los autores?
—He prescindido de los grandes poetas de finales del XIX y comienzos del XX, que ya figuran en todas las antologías. Se parte, más o menos, de la llamada Generación del 50, con excepciones. Hay grandes poemas de autores conocidos, curiosidades de poetas famosos y poemas excelentes de autores casi invisibles. No soy erudito ni profesor, por eso he reunido lo que me gusta, sin apetito de exhaustividad. Hay poemas excelentes de José Hierro, de Claudio Rodríguez, de Ángel González, de Fernando Quiñones, de Aquilino Duque, de Juan Luis Panero, de Felipe Benítez, de Manuel Vilas. Puede que la mayor sorpresa, al menos para mí, sean los poemas de José Alameda.
—¿Qué papel ha desempeñado la poesía en la imagen de la fiesta?
—La gran poesía taurina constituye una razón más para acercarse al universo de lo taurino. Por otra parte, el toreo es leyenda; es decir, literatura. Sin el relato, sin la gran literatura taurina de todos los tiempos, veríamos el toreo de otra forma.
Manuel Moya gana el III Premio Hermanos Machado
El narrador y poeta onubense Manuel Moya ha sido galardonado con el III Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, que concede el Ayuntamiento de Sevilla con la colaboración de la Fundación Lara, que editará la obra ganadora en la colección Vandalia. Un jurado presidido por María del Mar Sánchez Estrella, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, en el que tomaron parte Jacobo Cortines, Ignacio F. Garmendia, Abelardo Linares y Javier Salvago, destacó en Apuntes del natural “el diálogo con poetas y temas de muy distintas tradiciones, interpretados a través de un culturalismo no decorativo sino muy personal que se refleja en un lenguaje preciso, de gran calidad expresiva”.Manuel Moya (Fuenteheridos, 1960) es autor de más de una docena de libros de poesía que han merecido premios como el Leonor (2001) o el Fray Luis de León (2010). Ha publicado el libro de cuentos La sombra del caimán (2006) y novelas como La mano en el fuego (2006), Majarón (2009) o Las cenizas de Abril (2011, premio Fernando Quiñones). Ha traducido la obra de autores portugueses e italianos, con especial dedicación a Fernando Pessoa.