“Cuento Europa para intentar comprenderla”
Eva Díaz Pérez, ganadora del Premio Málaga de Novela
La escritora sevillana Eva Díaz Pérez ha ganado el Premio Málaga de Novela 2012, que convoca el Instituto Municipal del Libro de esa ciudad con la colaboración de la Fundación José Manuel Lara, editora de la obra. Adriático comienza como una novela negra, con un cadáver flotando en las aguas, y termina como un relato de fantasmas, pero es también la historia de una saga familiar que se remonta al siglo XV y una hermosa semblanza de dos enclaves legendarios: Venecia, la ciudad sumergida, y Trieste, la ciudad sonámbula azotada por los vientos.—¿Qué papel desempeña esta novela en el conjunto de su trayectoria?
—Después de concluir mi Trilogía de la Memoria, me apetecía repensar Europa, un continente ahora tan perdido y lleno de incertidumbres. El sonámbulo de Verdún, centrada en la Mitteleuropa, fue la primera entrega de la nueva serie, que en Adriático se asoma a la región meridional. Ambas novelas nacen del deseo de narrar Europa para intentar comprenderla, aunque ahora he intentado indagar en distintas dimensiones narrativas del recuerdo, de una forma diferente que señala un camino a seguir.
—¿Cómo surgió Adriático, de dónde le vino la idea?
—Es quizás mi proyecto más antiguo. La idea de la novela la tuve cuando viajé por primera vez a Venecia, con quince años. Recuerdo que se me cayó al agua un souvenir que había comprado y pensé: ahora algo mío formará parte de la historia de esta ciudad. La obsesión por imaginar la historia de objetos perdidos me ha seguido durante años, en una exposición en Lisboa que mostraba los restos de un naufragio en el Tajo, ante la visión de una vitrina llena de objetos extraídos del Sena en el Museo Carnavalet de París… Me parece una forma curiosa de contar otra historia de Venecia, la de las basuras de su laguna, un retrato de la ciudad a través de las cosas que pertenecieron a sus habitantes, como una “contraVenecia” al modo de Paul Morand.
—¿Venecia sigue siendo un escenario único o es ya demasiado consabido?
—Soy consciente de que Venecia es un material archinarrado. Ha sido una osadía, pero también un reto. A mí me interesa como lugar donde el pasado y la memoria forman parte de la vida cotidiana. Al mismo tiempo, Adriático intenta parodiar el llamado venecianismo, el trampantojo literario que se esconde tras las narraciones nacidas de su contemplación. En la novela aparece también otra Venecia, la que se esconde detrás de la hermosa postal, la de los barrios de pescadores y tabernas que apestan a salmuera. Y también la otra joya del Adriático, Trieste, una ciudad fronteriza, barrida por un viento feroz, el bora, que me sirve para crear planos simbólicos.
—¿Va a seguir siendo Europa un punto de referencia geográfico e histórico para sus novelas?
—Por el momento sí. De hecho, ya he comenzado la siguiente, que será mi novela británica, donde se narra el viaje de una pareja de ancianos de Londres a Ginebra. También tengo en mente otra posterior, cuyo paisaje de fondo será Francia y una historia que arranca con la Comuna de París de 1870.
—¿Cómo compagina su faceta de periodista con la de escritora?
—Considero que son facetas casi complementarias. El periodismo ayuda al oficio narrativo y además es una escuela de humildad, porque el periodista sabe que la palabra escrita apenas perdura y eso ayuda a no caer en la trampa de la vanidad. Sin embargo, el periodismo es al mismo tiempo una profesión muy absorbente y no atraviesa su mejor momento. Ahora se trabaja con demasiada urgencia.
—¿Cómo definiría el panorama de la nueva narrativa española?
—Creo que hay excelentes narradores entre los escritores jóvenes. Solo advierto, como algo negativo, la obsesión que muestran algunos por incluirse dentro de grupos que coinciden estilística o temáticamente. Lo valioso es que cada uno sea diferente, único e inesperado, que sorprenda con cada novela, que arriesgue. Por supuesto, no me refiero a ciertos autores que solo hacen productos de factoría, eso no me interesa en absoluto y lamento que se confunda con la verdadera literatura.
Caballero Bonald protagoniza
la Feria del Libro de Sevilla 2013
La Feria del Libro de Sevilla regresa un año más a su ya habitual emplazamiento de la Plaza Nueva, donde entre el 1 y el 12 de mayo tendrán lugar numerosas actividades promovidas por la Fundación José Manuel Lara. El escritor Lorenzo Silva, ganador del último Premio Planeta con La marca del meridiano, ha sido el encargado de pronunciar el Pregón de la Feria en su edición de 2013, que este año está dedicada a la figura y a la obra de José Manuel Caballero Bonald, reciente Premio Cervantes, andaluz universal y uno de los grandes nombres de la literatura española contemporánea.
Gracias a la colaboración de la Fundación Banco de Sabadell —que participa este año en las actividades de fomento de la lectura—, la Fundación Lara ha organizado su homenaje a Caballero Bonald el miércoles 8 de mayo con la celebración en la Pérgola de una sesión titulada “Caballero Bonald habla con sus lectores”. En la primera parte del acto, moderado por Ignacio F. Garmendia, el escritor hablará de su vida y de su obra con los escritores y periodistas Javier Rodríguez Marcos y Antonio Lucas. A continuación, el poeta jerezano mantendrá un encuentro con varios clubs de lectura de la provincia de Sevilla.
Previamente, el martes 7 de mayo, la Fundación Lara colabora con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el coloquio titulado “Paisajes literarios en Caballero Bonald”, que contará con la participación del narrador y poeta Felipe Benítez Reyes; de Rafael Valencia, profesor de la Universidad de Sevilla; de Julio Neira, escritor y profesor de la UNED, y de Miguel Ferrer, coordinador del CSIC en Andalucía.
En el programa de firmas y presentaciones en las casetas de la Feria participarán autores como José Chamizo, Jesús Carrasco, Jorge Javier Vázquez, Salvador Gutiérrez Solís, María Sanz, José Antonio Naranjo, Javier Sierra, Rosa Regás, Christian Gálvez, Juan Eslava Galán, Carmen Posadas, Ángeles Caso, Blue Jeans, Pere Gimferrer, Juan Bonilla o Luis García Montero, entre otros.
Por último, cabe destacar que en el marco de la Feria del Libro de Sevilla se celebrará el acto de entrega del III Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, que este año ha recaído en Manuel Moya, y la velada literaria que acoge el fallo del Premio de Novela Fernando Lara, que organizan la Fundación Lara y la editorial Planeta, con el patrocinio de la Fundación AXA.
“El poemario es un homenaje a quienes
pasaron por mi vida dejando huella”
Manuel Moya, ganador del III Premio Iberoamericano Hermanos Machado
La obra ganadora del III Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, que convoca el Ayuntamiento de Sevilla y publica la Fundación Lara, está ya disponible en la colección Vandalia. Apuntes del natural es “un libro de acopios”, dice Manuel Moya, y es también “un homenaje a quienes pasaron por mi vida dejando huella. Es importante saber a qué tradición te debes, cuáles han sido las balizas de tu camino. En todo caso, he tratado de huir de esa manumisión en que suelen convertirse los homenajes”.
Todos los personajes que aparecen forman parte de su vida, de sus lecturas, de su “tradición particular”. Los retratos van desde Cortázar a Pessoa y desde Hopper a De Chirico, pasando por Cervantes o Pavese, nombres tutelares de un escritor que se siente “primero poeta y luego narrador”. La prosa —apunta— “exige una concentración espaciada y con frecuencia obsesiva. Una novela es una aventura a largo plazo, en cambio el poema surge. Luego, es obvio, hay que corregirlo, labor que en mi caso suele durar años, pero en principio los procesos son distintos”.
Desde la Sierra de Huelva, donde reside, el autor de Fuenteheridos considera que vivir en un pueblo “humaniza y compromete, pues los conflictos y las acciones que enmarcan tu vida presentan rostros definidos y concretos”, y para todo lo demás está internet. “Por otra parte, escribir es, como decía Pessoa, una manera de estar solo”. Pero la independencia no está relacionada con el aislamiento y tiene más que ver con mantener una visión personal: “Yo creo ser una persona libre, con una peculiar forma de registrar los estímulos que me ofrece el mundo”.