Borrando fronteras
Yanitos: Viaje al corazón de Gibraltar (1713-2013)
Juan José Téllez
Centro de Estudios Andaluces
588 páginas | 20 euros
Hay escritores que eligen un territorio y lo convierten en su patrimonio literario. Este dominio geográfico, al crearse gracias a los buenos recursos de la imaginación, permite ambientar, con elasticidad, los conflictos e ilusiones personales del que escribe. En la mayoría de los casos, ese espacio no pasa a ser un mero decorado, pero facilita claves para fidelizar al lector y presta, además, continuidad a las obras. El contar con un rincón narrativo propio, aunque se trate de una región más o menos inventada, ha realzado el prestigio dándole un valor añadido a una larga serie de escritores.
Podría pensarse que parte de la producción literaria de Juan José Téllez va en esa misma línea, ya que reincide, una y otra vez, en apariencia, en un mismo territorio. Pero no es ese su caso: el mundo que ha elegido para escribir no es una geografía idealizada, en la que sentirse cómodo, formalmente abrigado y bien acogido. No ha buscado, como suele ser habitual, una tierra idílica proclive a la metáfora y a la llamativa adjetivación, ni ha querido transformarse en mascarón literario de una región que anhelaba encontrar, para aplaudirlo, su portavoz. No ha desempeñado ese papel, y, además, el estrecho territorio elegido es más bien un no-territorio. Es decir, una comarca cuya sustancia se ha disuelto, confundida y dispersa entre las colindantes. Una geografía vaciada por la presencia de las fronteras voraces que la delimitan, sin apenas dejar crecer algo propio que no esté ya marcado por el mestizaje y el tránsito. Unas fronteras impuestas por el pasado, por la política y por un mar que separa dos continentes y conecta dos civilizaciones bien dispares.
Juan José Téllez decidió, pues, convertir el azar de su nacimiento en el Campo de Gibraltar en un reto literario propio y consecuente. Pero no para tener a mano un buen ramillete de figuras literarias pintorescas —que en la comarca las hay en exceso— sino para adentrarse en unos mundos sociales rotos y descompuestos por el poder de unas banderas tan artificiales como ineludibles. Y se ha mantenido fiel a esta apuesta personal en una larga serie de narraciones, poemas, biografías y en una no menos comprometida y valiosa dedicación periodística. Ahora, traspasando de nuevo los límites de la corrección literaria, ha rehuido las tutelas sentimentales de las patrias para recuperar los tres últimos siglos de la conflictiva relación de Gibraltar y su Campo. En un libro de casi seiscientas páginas ha creado una necesaria visión transfronteriza de los problemas, gracias a no empeñarse en sintonizar con los discursos políticos, ni pretender ninguna propuesta: la suya es una mirada desde abajo, desde la gente que ha vivido en los márgenes de los estados y ha producido una cultura especial, que resultaba difícil pero también urgente reunir y explicar. Con atrevimiento y exhaustiva voluntad investigadora ha logrado que nada significativo de los últimos trescientos años de Gibraltar y su entorno quede ajeno a su contabilidad narrativa. Para ello ha desempolvado el gran fresco de la memoria colectiva y abierto los tesoros literarios y antropológicos ocultos antes por falta de rastreadores.
Escribir sobre Gibraltar solo tenía sentido a través de un libro polifónico, en el que todas las partes cobraran voz, desbaratando las falsas convenciones de las fronteras, sustentadas por leyendas e interesados prejuicios. Las sentidas palabras recogidas en Yanitos cumplen esa labor y permitirán eliminar cuando menos las barreras que dependen del pensamiento.