Caleidoscopio de Lorca
Treinta y una entrevistas
a Federico García Lorca
Edición de Andrés Soria
Entorno Gráfico
190 páginas | 15 euros
Palabra de Lorca
Edición de Rafael Inglada
con colaboración de Víctor Fernández
Malpaso
613 páginas | 25 euros
Lorca fue muy generoso con los periodistas; aceptó con largueza los interrogatorios y reservó para tales encuentros reflexiones y titulares que revelan su opinión sobre asuntos controvertidos (sus posiciones políticas, por ejemplo, o sobre literatura) y que, sumados, constituyen una suerte de (auto) biografía paralela elaborada desde la improvisación oral y la urgencia.
La importancia literaria y vital de las entrevistas de Lorca está fuera de dudas. Algunas de las frases que aún se citan del poeta están en los periódicos, como la afirmación, unas semanas antes de su asesinato, de que en Granada “se agita la peor burguesía de España” o la declaración de igualdad universal que “(me) inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío… del morisco que todos llevamos dentro”. Lorca fue un excelente fabricante de titulares: “Estoy enamorado de las obras que no tengo escritas”; “hay en mi vida un complejo agrario, que llamarían los picoanalistas”; “el teatro es la poseía que se levanta del libro y se hace humana” o “ningún hombre verdadero cree ya en esa zarandaja del arte puro”.
¿Cuáles son las diferencias entre dos libros que se nutren del mismo y extraordinario carburante? A primera vista la voluminosidad. Uno no llega a las 200 páginas y el otro excede las 600.
Treinta y una entrevistas… de Andrés Soria es la reedición de una antología preparada hace 30 años más con carácter selectivo que exhaustivo. Soria ha elegido cuidadosamente las entrevistas que considera más importantes, las ha repasado meticulosamente y les ha añadido un completo y extenso apartado de notas que son de lectura obligada para una cabal contextualización. En Palabra de Lorca el editor Rafael Inglada (con ayuda de Víctor Fernández) ha puesto por delante la bandera de la totalidad. De hecho, ha subtitulado el libro Declaraciones y entrevistas completas lo que, tratándose de Lorca, no deja de ser un riesgo en el que de hecho incurre nada más repasar el volumen de Soria, que añade una en exclusiva publicada en 1933 en la página internacional de la revista Comedia firmada por Georges Lorant-Briennë.
En las Obras completas de Lorca de Miguel García Posada constan 79 entrevistas; el libro de Inglada, en cambio, contiene un centenar largo de entradas. Para ello ha sido necesario, además de una paciente indagación, ampliar con esplendidez el concepto de declaración y entrevista a sueltos anónimos de unas pocas líneas, reflexiones de otros autores con entrecomillados atribuidos a Lorca, referencias en textos más creativos que periodísticos, prólogos como el de Rafael Martínez Nadal o recuerdos elaborados muchos años después y publicados tanto en español como en otros idiomas. De hecho, la última parte del libro recoge las declaraciones y entrevistas “póstumas” publicadas en el periodo 1937-1978, un criterio que a fortiori impediría cerrar el libro ante la eventualidad de futuros testimonios. Sin embargo, nada de ello está de más si lo que se pretende es, más allá de fijar a Lorca en las declaraciones y entrevistas en sentido estricto, una completa aproximación a la imagen oral de Lorca en los periódicos.