El pensador salvaje
Todo lo bueno es libre y salvaje
Henry David Thoreau | Errata naturae | 224 páginas | 19 euros
Thoreau. Biografía de un pensador salvaje
Robert Richardson | Trad. Esther Cruz | Errata naturae | 600 páginas | 24 euros
El triunfo de los principios. Cómo vivir con Thoreau
Toni Montesinos | Ariel | 552 páginas | 22,90 euros
Este segundo centenario ha propiciado una cascada de ediciones de sus obras o sobre el personaje que hizo de una vida alejada de las artes sociales un relato apasionante. Es verdad que, al margen de detalles que dejaron escritos contemporáneos suyos —desde la admiración al rechazo—, la mayoría de los detalles de su vida aparecen en sus diarios. Pero es que escribió muchísimos. En ese sentido, la mejor biografía de Thoreau publicada hasta la fecha sigue siendo la de Robert Richardson, fabulosamente escrita. Y precisamente Errata naturae, la principal editora en España de sus obras, ha publicado la primera edición de la misma en castellano 30 años después. Es un libro capital para entender cuán fértil pudo ser la vida de aquel hombre que se enfrentaba al carpe diem con una fiereza y una alegría vital asombrosas. Muy oportuna es también la edición que Ariel ha publicado sobre la actualidad de sus pensamiento y obra, El triunfo de los principios, un gran ensayo del poeta y periodista Toni Montesinos que combina la biografía, y el estudio de su obra e influencias para ilustrarnos hasta qué punto debe ser autor de cabecera en la generación del silicio, el cambio climático, la prisa y la falta de conciencia global.
“Mi profesión consiste en estar siempre alerta para encontrar lo divino en la naturaleza; conocer los lugares por los que acostumbra a merodear. Asistir como espectador a todos los oratorios, a todas las óperas salvajes” escribió Henry David en sus diarios en 1851, once años antes de su muerte. Ésta es una de las decenas de citas que incluye, separadas por temáticas, el libro Todo lo bueno es libre y salvaje, una antología de sus textos también publicada por Errata naturae. Ahora que tanto alardeamos de ingenio banal en tuits y redes sociales, les doy un consejo: háganse con este libro y copien citas de Thoreau en su perfil de facebook. Les hará parecer más inteligentes. Y, quién sabe, lo mismo se nos acaba pegando algo.