Filosofía en píldoras
Diccionario semifilosófico
Ricardo Moreno Castillo
Siníndice
156 páginas | 17 euros
Provisto de un lápiz de dos puntas rojo y azul, y a lo largo de más de cuarenta años, el matemático y profesor Ricardo Moreno Castillo (Madrid, 1950) ha ido marcando las frases que le parecían más sugestiva de una caudalosa lista de lecturas en la que se entrecruzan autores de todas las épocas y estilos: filósofos de múltiples escuelas y épocas, pedagogos, sofistas, científicos, narradores, trágicos o sociólogos. Faltan, y llama la atención, los poetas, que también han contribuido al desarrollo de las ideas y se adecuan muy bien al pensamiento aforístico. Entre los autores citados no hay otra cosa en común que haber suscitado en algún momento el interés de su ávido lector. Ahora, ya jubilado, Ricardo Moreno ha ido rescatando todos los subrayados, los ha reunido bajo conceptos en orden alfabético (de la “abnegación” a la “voluntad”) y le ha añadido glosas de diferente extensión en las que los respalda y amplía (en la mayoría de los casos) o los rebate (en los menos). El resultado es un Diccionario semifilosófico compuesto por un montón de conceptos y sostenido por citas ajenas y glosas propias que invita al lector no sólo a compartir la quintaesencia de las lecturas de Ricardo Moreno sino a agregar imaginariamente sus propios comentarios (de acuerdo o desacuerdo) que, a su vez, podrían ser desglosados por otro hipotético lector creando de esta manera una cadena infinita de voces.
Los conceptos bajo los que se agrupan las citas, aunque sean subjetivos, no son estrictamente caprichosos, es decir no han sido elegidos al azar. Son los que están pero también son, en sentido contrario, los que han sido omitidos. Si se repasan con cierto detenimiento, y a cada uno de ellos se suma el cariz de las citas, se observa una intención última (consciente o no) que a su vez responde a un propósito moral o de vida. A vista de pájaro, este diccionario es una especie de tratado de filosofía práctica escrito mediante píldoras donde el autor expresa su particular concepto de los valores y los respalda con la autoridad de los clásicos. Por clásicos hay que entender un ejército de pensadores (abreviados mediante citas) que sirven al autor para avalar sus ideas, unas veces mediante la concordancia y otras mediante la impugnación.
Así bajo un mismo concepto (en este caso el título de “Muerte”), y como apoyo intelectual, aparecen citas de autores tan diferentes como Platón, Epicuro, Montaigne, Wilde o nuestro Álvaro Cunqueiro. Son citas descontextualizadas tanto del libro al que pertenecen como de las escuelas, de la época o de las circunstancias en que fueron concebidas por el escritor.
Las glosas de Ricardo Moreno son casi siempre atrevidas y con la contundencia de un titular de periódico (“si quien nace tonto también es feo lo tiene claro”, dice en “Belleza”); ligeramente procaces (“el dinero es una herramienta beneficiosa en manos de quien es inteligente”); irrespetuosas con lo políticamente correcto (“como la estupidez es mayoritaria, la mayoría de los políticos de izquierda son estúpidos; la mayoría de los de derecha son estúpidos, y la mayoría de los diabéticos son estúpidos”); provocadoras (“ser ateo de un modo inteligente es realmente difícil”) o deliberadamente directas (“la única manera de ser buena persona es correr el riesgo de hacer el gilipollas con cierta frecuencia”, en “Arrepentimiento”). Si la virtud principal de un ensayo es sugerir al lector este lo consigue.