Huidas hacia adelante para marchar hacia atrás
El porqué de los populismos
Varios autores
Coordinador: Fran Carrillo
Deusto
288 páginas | 17,95 euros
El gran retroceso
Varios autores
Seix Barral
352 páginas | 19,90 euros
Aquel reproche a los intelectuales sobre su silencio social y su encastillamiento en sus filigranas suena hoy más ridículo que nunca. De filósofos a economistas pasando por politólogos y hasta críticos literarios, el compromiso con un turbulento presente, aún consecuencia de la Gran Recesión que se inició en 2007, está más vivo que nunca. Y prueba de ello es la publicación de dos libros colectivos, El porqué de los populismos y El gran retroceso, que abordan desde muy distintas perspectivas lo que ha pasado y su influencia en lo que nos está pasando.
Coordinado por Fran Carrillo, en el primero se abordan las características políticas del populismo y su dependencia de factores estéticos, como la forma y el contenido de los relatos populistas y el código de vestuario de quienes los encarnan. También son objeto de análisis la incidencia causal de la economía, los sondeos de opinión y los análisis de los expertos transmitidos a través de los medios de comunicación. Uno de los textos que proporciona una precisa introducción al fenómeno populista es el que firma Aurora Nacarino-Brabo. Como reacción a la incertidumbre y la frustración, sostiene la autora, se produce una desconfianza hacia las instituciones y una búsqueda del futuro en el pasado, ya sea el añorado Estado del Bienestar o el industrialismo intensivo en mano de obra dentro de los países occidentales. Esa mirada hacia un pasado idealizado constituye la “retrotopía” —término con el que Bauman tituló su libro póstumo— con la que Trump ha ganado las elecciones. En las condiciones actuales, la promesa liberal de un individuo emancipado se vuelve ilusoria y la oferta de integración en un pueblo machacado, que se erige como un sujeto político pleno de derechos, adquiere un gran poder seductor.
En esta obra, Esteban Hernández incide en el contenido moralista del populismo a través del ejemplo del neoconservadurismo norteamericano, que a las costumbres liberales del running y los productos ecológicos opone lo de siempre, cajas de cerveza para ir bebiéndolas delante del partido de béisbol retransmitido por la tele.
El gran retroceso reúne a los intelectuales con mayor proyección de los últimos años, caso del propio Bauman, así como de ŽiŽek, Mishra o Appadurai. Desde la óptica económica y desde su experiencia británica, Paul Mason describe cómo el neoliberalismo ha cambiado las reglas morales del Estado del Bienestar. Cuando se deslocalizaron las industrias, se envió el mensaje de que el lugar de nacimiento o residencia ya no tenía valor como fuente de identidad personal. Cuando las cafeterías y los lugares de encuentro de las grandes empresas empezaron a ser gestionadas por compañías de catering, se dejó bien claro que las obligaciones sociales de las corporaciones habían pasado a mejor vida. Cuando se disminuyó la fiscalidad progresiva se anunció que el pacto social alcanzado después de 1945 iba a entrar en fase de agonía. Y cuando se privatizaron los servicios, se notificó que el Estado ya no estaba para echar un cable al individuo, explica el autor de Postcapitalismo. Por su parte, Nancy Fraser no solo pone el foco en el “populismo reaccionario” sino también en el “neoliberalismo progresista” ejemplificado en su país por los Clinton, capaz de unir políticas de la diversidad con la financiarización que está en el origen de tantas exclusiones actuales.
Después de haber leído estos dos libros, nadie podrá decir que los intelectuales están en la inopia.