La historia de su corazón
Palabras contra el olvido. Vida y obra de María Teresa León (1903-1988)
José Luis Ferris
Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías
Fundación José Manuel Lara
467 páginas | 19,90 euros
José Luis Ferris es experto en la época y el mundo de María Teresa León. Ha publicado obras sobre dos mujeres brillantes de la misma generación, Maruja Mallo (M.M. La gran transgresora del 27, 2004) y Carmen Conde (C.C. Vida, pasión y verso de una escritora olvidada, 2007), y su biografía de Miguel Hernández (M.H. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta) se ha reeditado, revisada, en 2016. Obsérvense los términos que aparecen en sus títulos —pasiones, vida, muerte, transgresión…— que, además de indicar quizá cierta apetencia del biógrafo, también avanzan el carácter dinámico de los contextos de los biografiados, esas primeras décadas del siglo XX en las que el arte inflamó las trayectorias vitales de tantos creadores. Quizá, por ello, Palabras contra el olvido nos va dejando un creciente sabor amargo a medida que avanzan las páginas. Como el autor ha declarado en una entrevista, “Durante la República León fue un personaje más notorio que Alberti”. Pero tristemente asistimos a su empequeñecimiento gradual, que culmina con la enfermedad que trágicamente le roba la memoria. Cuando María Teresa León regresa del exilio en 1977, la demencia no le deja ya entender que ha regresado a España. Ferris va entregando las piezas de un puzzle vital que nos acaba contagiando de melancolía y de preguntas: ¿qué podría haber logrado María Teresa León si se hubiera negado a asumir las tareas completas de intendencia, ahorro, trabajo nutricio y supervisión doméstica en su relación con Rafael Alberti?
Con una escritura de pulso ágil, Ferris nos invita a asomarnos a las luminosas empresas juveniles de la entusiasta María Teresa. No se resigna a languidecer prisionera de un matrimonio convencional y huye a Madrid, dejando atrás a sus dos hijos (con los que mucho más tarde restablecerá relaciones). Conoce a Alberti y van poniendo en pie sus sueños: el amor, los viajes, la política, el teatro, la amistad. La utopía los seguirá cegando en sus visitas al mundo comunista y la guerra civil acabará segando de raíz los brotes colectivos de esa vida intelectual y artística que podría haber regenerado a España. Pero conviene conocer qué gallarda resistencia opuso María Teresa León al desastre cívico, cómo luchó para proteger el patrimonio artístico madrileño y cómo alentó programas para mantener encendida la llama del teatro en la ciudad asediada. Y recordar cómo sus sucesivos hogares en el exilio fueron “casas de la amistad en la calle del destierro”.
Ferris traza un relato envolvente en el que la primera fuente es la obra más notable de María Teresa León, su Memoria de la melancolía, y que engarza con valiosos testimonios epistolares, periodísticos e incluso orales. María Teresa ama apasionadamente la escritura (“Rafael rumia y rumia y se queda sordo y no contesta a nadie cuando escribe. Yo hablo. Creo que me llevan en vilo en una de esas barcas que empuja el viento. No sé. Escribo con ansia, sin detenerme, tropiezo, pero sigo. Sigo porque es una respiración sin la cual sería capaz de morirme”). Pero acepta la posición secundaria con relación al poeta (“La vida de los poetas no se soluciona como la de los pájaros, no provee sus alimentos aquel que cuida las golondrinas viajeras. […] Si Juan Ramón era el hilo tejedor de la más alta poesía española, […] Zenobia era para Juan Ramón la urdimbre”). Ferris asegura que María Teresa pensaba en sí misma al hablar así de Zenobia.
En 1950, MTL envió desde Buenos Aires a Eugenio Luraghi una obra de teatro, Historia de mi corazón. El mecenas italiano prometió buscarle un traductor y una compañía, pero la obra quedó perdida muchos años. En ella MTL da protagonismo al corazón lúcido de una actriz, Clara Máiquez, que acaba suicidándose y que ofrece estas amargas reflexiones sobre el teatro: “Pero en muchas ocasiones hubiera escupido de asco. Me molestaba el olor a marchito sueño, a aplausos rotos, a deseos muertos, a vida machacada entre dos entreactos”. Ferris, en esta biografía tan meticulosa como amena, nos abre los lados oscuro y claro de aquel corazón.