Los niños de cristal
Kristina Ohlsson
Destino
192 páginas | 13,95 euros
Con
Los niños de cristal la escritora sueca Kristina Ohlsson obtuvo el Barners Romanpris Infantil 2013, cuyo jurado está compuesto por niños entre diez y trece años. Se trata de una novela donde prima el suspense desde los primeros compases, cuando Billie y su madre, tras la muerte del padre, deciden trasladarse a una pequeña localidad de Suecia, Ahus, y vivir en una casa muy vieja que un añoso y extraño vendedor les pondera. Una vez instalados, Billie empieza a notar cosas raras: lámparas que se mueven, ruidos de pasos, golpes en la ventana, mensajes escritos donde les advierten de ciertos peligros que les inducen a creer que allí viven fantasmas. Billie comienza a investigar por su cuenta con la ayuda de un chico del pueblo, Aladin, y una amiga de su colegio, Simonia. A base de búsquedas en la biblioteca de la localidad y en el museo, se convencen de que se trata de una casa maldita, en la que sus moradores, desde 1920, han sufrido todo tipo de desgracias y la han abandonado al poco tiempo de afincarse en ella.
Una intriga perfectamente desarrollada con numerosos aciertos y pautas muy precisas, hilvanadas a la perfección, que invitan al lector a continuar sin parar hasta el final porque el libro absorbe, y no se puede dejar escapar un detalle.
Shola y la tía de América
Bernardo Atxaga
Ilus. Mikel Valverde
SM
72 páginas | 7,50 euros
Una nueva aventura de la perrita Shola que hace lo que le da la gana, cuando le da la gana y donde le da la gana, hasta el punto de ser entrevistada para la tele cuando pasea a su antojo por el parque. Mientras tanto, la tía Clementine, de Wyoming, anuncia su visita. Sin duda es una lady que pasea a su perro atado con una cadena, y eso es lo último que Shola desea. Todo invita a pensar que la tía americana de su dueño vendrá a efectuar cambios en esa casa. Pero las previsiones no se cumplen. Clementine es una mujer que hace lo que le da la gana, cuando y donde le da la gana. También ella aboga por la libertad en las acciones, hasta el punto de tirar a la basura la correa de perro que estaba en casa. La tía lleva un ritmo de vida mucho más desordenado que Grogó y Shola, de modo que ambos terminan pensando en arreglar algo su casa y su vida.
Magnífica lección sobre la libertad y sus excesos. Está bien ser libre pero la casa no debe ser un caos, y ha de haber cierto orden a la hora de dormir y levantarse, de ver la tele, de comer, de asearse y de pasear.
La casa 758
Kathryn Berla
Nube de Tinta
240 páginas | 15,95 euros
La casa 758 es la historia de una fijación. Krista, que cumplirá 17 años a lo largo de la narración, no puede desprenderse del trágico recuerdo de la muerte de su madre y su hermana Lucía. Por ello, con frecuencia, se planta con su coche ante la casa 758, donde vive el joven que las atropelló. Es una fijación enfermiza, fruto de un desorden mental. Krista, una chica normal y corriente, no admite la ausencia definitiva de su madre, ni perdona al culpable. La relación padre-hija pasa por momentos difíciles, que se complican con la presencia de Marie (la sustituta emocional que ha encontrado su padre), y de sus dos hijos, que también están padeciendo una situación difícil, un tiempo con el padre y otro tiempo con la madre.
Lyla, la mejor amiga de la joven, se va de vacaciones, y su puesto y su lugar en el corazón de Krista parece irreemplazable. Hasta que surge Jake, un chico a quien conoce del instituto, que le despierta nuevos sentimientos. También su abuelo materno, en difícil situación, le enseñará prácticamente que no debe mirar solamente su propio ombligo. Hasta la cacatúa propiedad de su madre está triste, y también ejemplificará el dolor por la ausencia. Otros personajes, un joven policía y Rachel, además del chico que había atropellado a las grandes ausentes de su vida, ayudarán también a la reacción de la chica.
Una novela con un desarrollo psicológico muy completo, y un final francamente interesante. Por medio, el holocausto de los judíos húngaros, y mucho dolor. Pero también alegría, deporte y amor.
Cuca y el abrigo marrón
Fina Casalderrey
Ilus. Patricia Castelao
Edebé
32 páginas | 7,70 euros
Cuca es una perra callejera absolutamente libre y, por ello, feliz. Es muy bonita, y muchos perros le hacen la corte. Ella acepta el cariño de un perro hermoso con el que disfruta días felices. La perra se alimenta de los restos que van en las bolsas de la basura, como hace también alguien que lleva un abrigo marrón (recuerdo de la bata de la mamá de Quico en
El príncipe destronado de Delibes). Pero las caricias procedentes de ese personaje la asustan. Cuando Cuca da a luz siete preciosos cachorrillos, llega la alegría al barrio y, posteriormente, la tristeza a su corazón: ¿cómo sobrevivirán a los fríos invernales? Por eso opta por una difícil solución, abandonándolos para que otros se ocupen de ellos (¿Pulgarcito, Hansel y Gretel?). Encontrada la solución, Cuca y el abrigo marrón comparten vida y ahuyentan sus propias soledades.