Un árbol de la vida
Calila y Dimna
José María Merino (ed.)
Páginas de Espuma
288 páginas | 24 euros
Calila y Dimna. Suenan como dos palabras abracadabra de un tesoro secreto. Y en cierto modo lo son porque ambas esconden el espíritu de la sabiduría. Lo descubrió el filósofo y consejero real Berzebuey médico también del rey Sirechuel, cuando viajó a la India, empujado por su lectura de antiguos escritos, en busca de unas plantas medicinales que resucitasen a los muertos. Después de un infructuoso trabajo comprendió que esas hierbas mágicas eran en realidad los buenos consejos y el saber, y que eran los ignorantes los muertos que resucitaban con ellas. Con ese conocimiento tradujo al persa las historias que escuchó y regresó a su reino. No hay cuento persa ni árabe que no comience con el relato de un enigma y de un viaje que va creando un laberinto de relatos que se bifurcan en otros, conduciendo a caballo de la aventura y de lo didáctico a sus oyentes y lectores. Igual que sucede en este códice de cuentos con origen en el Panchatantra, las fábulas escritas en sánscrito en el siglo III a.C. y atribuidas a Vishnú Sharma, traducidas posteriormente en el año 750 del persa al árabe por Ibn al-Mucafa y vertidas al castellano por orden de Alfonso X el Sabio.
Ahora ha sido José María Merino el traductor de este Calila y Dimna, una didáctica metáfora de la vida ramificada en más de setenta fábulas, apólogos y parábolas en las que las conversaciones del rey Diselem con su consejero Buduben se relacionan con las voces imposibles de animales: palomas, monos, cuervos, leones, chacales —como los hermanos Calila y Dimna— arqueros y orfebres, para abordar con ejemplos, humor y enseñanzas, las estrategias de supervivencia a través de las imposturas y apariencias, las trampas y desdichas que hacen nido en los miedos, los deseos que sea acobardan al igual que el amor, los oropeles del poder, la deslealtad frente al valor de lo honesto y de la amistad, las injusticias, las traiciones, la corrupción, el peligro de los prejuicios y de otras amenazas omnímodas de la naturaleza humana.
No es extraño que esta antigua joya narrativa le guste a José María Merino. No solo el académico es uno de los grandes maestros del relato, sino que es también un estudioso de sus raíces y evolución desde El conde Lucanor, Libro del caballero Zifar o El sueño de las calaveras entre otros imprescindibles títulos del siglo XIII al XVIII. También es un mago del filandón que recrea la oralidad de los cuentos alrededor del hogar y de la noche, y cuyas veladas escenifica desde hace años junto con Juan Pedro Aparicio a la hora de remover el arcón de la memoria que guarda sucesos de leyenda, romances y cuentos populares, patrimonio de las pobres cosas de la vida y su sabiduría, como lo define Luis Mateo Díez que completa la terna de fabuladores. Una afición que puede tener sus raíces en la lectura en sus tiempos de pupitre de la edición de Aguilar de los Cuentos viejos de la vieja España de Sainz de Robles, como señala el propio Merino en el prólogo en el que defiende la modernidad de esta nueva edición que resucita su primera versión íntegra y en español contemporáneo, acompañada de unas 80 ilustraciones de la época.
La lectura de Calila y Dimna, al que Merino ha despojado del ropaje lingüístico del siglo XIII para que pueda ser entendido por cualquier lector actual, demuestra la vitalidad, la introspección psicológica y el tono pedagógico de unos textos que reproducen aspectos vigentes de la vida cotidiana, y cuyo sedimento, como destaca Merino, está presente en la obra de Andersen, de Kafka y de Borges.