El escritor secreto
El gran imaginador
Juan Jacinto Muñoz Rengel
Plaza & Janés
480 páginas | 17,90 euros
Muñoz Rengel está enfermo de imaginación. La realidad no tiene antídoto que lo cure. Es imposible traerlo de vuelta del mundo fabulado que lo orienta hacia adelante. Cada día que se mira al espejo es consciente de que su identidad es una ficción, y que su forma de relacionarse con la literatura, la filosofía, la ciencia, la historia, es tan solo una aventura imaginaria que surge en lo inesperado de un día, de un año, de un suceso pretérito, de una travesía impresa. Su mal no lo niega. Admite sin tapujos que la fantasía contagiada por tantas lecturas de juventud es la que provoca que pueda multiplicarse en todos los personajes literarios y escritores que lo han convertido en el tipo que es: Nikolaos Popoulus.
De Popoulus sabemos que nació en un enero ateniense de 1513 y que su destino era el de no llegar nunca a ser alguien. Un convencimiento de su madre susurrado cada noche a este mago de sí mismo, capaz de multiplicarse con extrema facilidad en un hombre gato, en una suave brisa o en el doctor Archelochus que se transforma de noche. Un arte de supervivencia al que sumarle las antiguas crónicas de batallas situándolo como defensor de las causas perdidas, maduro autor sin huella impresa y soldado de ocasión, junto con un joven llamado Miguel de Cervantes, aspirante a novelista en fuga, a bordo de una nave armada en Lepanto y en mitad de un fuego cruzado. Se sabe por viejos pergaminos de su aprendizaje en la abadía del Gran Turo y de su posterior estancia en la de Simonopetra donde tejió tres cuentos alrededor de un laberinto oculto bajo un monasterio y que contiene en su centro un libro infinito; de un caballero otomano que acompañado de su paje recorre regiones extranjeras deshaciendo entuertos, y de una terrorífica criatura de nombre impronunciable que bebe sangre joven.
Narraciones perdidas por los avatares de sus viajes y peripecias al abordaje del sueño de plasmar su vocación y sus conocimientos en una historia de historias con raíces en los Cárpatos, en Estambul, en Roma, en la capital de Bohemia, de la que contempla su hundimiento, y en la que un castillo custodia un manuscrito encriptado e iluminado, en los mitos del siglo XVI por el que transita en misión oficial, y entrecruzándose con Dalí Mamú el torturador, Solimán el mecenas de los poetas, el adiestrador Míkula Dos Espadas, el astrónomo al-Muwaqquit, Slobodan Uros falsificador de libros, el Rabí Loew y su hermosa hija Vöglele, y la condesa Erzsébet, entre otros espías, enemigos, desdoblamientos de sí mismo, su ángel guardián Mixalis Phanerotis y ese ceniciento escritor sin obra llamado Cervantes por el que siente simpatía.
La brújula de su ensoñación y su fracaso en la conquista de reconocimiento son los ejes de su aventura. La empresa a la que el autor de El asesino filantrópico le ha dedicado catorce años de documentación histórica, capacidad de escritura y fiebre imaginativa. Piezas relojeras de una trama que funciona al estilo de Las mil y unas noches, engarzando los relatos sin finales, propios de los grandes contadores como Stevenson y Cunqueiro, hábiles en mantener vivo el suspense sin un desenlace definitivo. Reivindica Muñoz Rengel en esta novela espiral de géneros los orígenes de la fábula y el viaje a lo largo de un mapa a cuyo pie la rosa de los vientos es la literatura. Esa vieja enfermedad y enigma que hermana a Borges y a Italo Calvino, a E. T. A. Hoffmann y a Poe, a Bram Stoker y a Mary Shelley, a Lovecraft y a Wells, al propio Nikolaos Popoulus y a Miguel de Cervantes, el escritor secreto y el escritor inédito cuya vida se transforma en ficción. No está mal en estos tiempos hacer un homenaje al valor de la imaginación como antídoto contra las desdichas y la generosa escritura al viento. Y de colofón regalar una caracola que narra al oído todos los ecos de los mitos del siglo XVI de los que aprendimos el miedo, el humor, la camaradería, el abracadabra de la magia y los encantamientos de sus lenguajes.