La ficción de ser Nick Drake
Far Leys
Miguel Ángel Oeste
Zut
290 páginas | 17, 50 euros
Miguel Ángel Oeste debutó en 2011 con Bobby Logan, donde demostraba versatilidad para crear un personaje central de ascendencia pop. En su nueva apuesta, Oeste da un paso más en una indagación, en clave de ficción, sobre un personaje que existió: el músico Nick Drake (Rangún, Birmania, 1948- Inglaterra, 1974). Una de esas criaturas que dejan un hilo de misterio a su paso. La novela cuenta el empeño de Richard, un actor y director de hacer una película sobre el músico que murió a los 26 años. Y para ello se dirige a Janet McDonalds, una periodista que había conocido al torturado cantante de folk que nació con el estigma de los vampiros: “esa maldición e imposibilidad de verse reflejado en un espejo y de hacerse entender por sus compañeros”.
Miguel Ángel Oeste huye de la hagiografía y del biopic para trazar una elegía de la juventud y la crónica de una obsesión. Con distintas voces y con un método periodístico muy libre, ofrece el caleidoscopio de un ser contradictorio, genial y precipitado que hace pensar en Jim Morrison. Lo hace con una variedad de registros, con fluidez y tensión, y arma una de esas novelas poliédricas e intensas que retratan una época llena de contradicciones y agitación y a un tipo escurridizo que se comportó como un fantasma en vida y también ahora, en la muerte. De alguna manera, Nick Drake acaba contagiando a todos la angustia de existir, especialmente a Richard y a Janet, que ocultan tortuosos secretos. De ahí que se diga en Far Leys, que alude a la mansión donde murió el cantante: “El dolor nos revela lo que somos. Nos cuenta”.