La llamada del deber
Recordarán tu nombre
Lorenzo Silva
Destino
496 euros | 19,90 euros
Una llamada crucial escondida en los recovecos de la historia. Al escritor Lorenzo Silva, tan dado a las indagaciones precisas y minuciosas que convierten a sus personajes en lupas y lapas, le aguardaban pacientes los ecos de una conversación telefónica que tuvo lugar el decimonoveno día de julio de 1936 en Barcelona. Toda una invitación a la que sería su investigación más ardua, compleja y personal para Recordarán tu nombre. Sus protagonistas eran José Aranguren, general de brigada de la Guardia Civil, y el general Manuel Goded. Uno defendía el orden legal de la República. El otro comandaba a los sublevados. Ambos, que habían sido camaradas de armas en tiempos no tan lejanos de conflictos con enemigo común, se encontraban en trincheras distintas con vocaciones no tan distantes. Uno busca la rendición. Nunca la tendrá: “Aquí no hay más rebeldes que ustedes”.
Ambos morirán fusilados. Ambos, al lado del mar. Curiosa forma de enlazar los destinos de dos rebeldes con causas diferentes. Silva no oculta su final porque no estamos ante una novela de intriga aunque sí haya tensión a borbotones. Aranguren no cambió el desenlace del conflicto pero sí su desarrollo: tres mil seiscientos hombres le son fieles. Un personaje memorable en el que la épica se da cita con la ética. Silva, consciente de que tiene entre manos no solo un episodio nacional de incuestionable envergadura sino también, y por principios personales, un hecho que le afecta de forma muy íntima, invierte en la narración toda su experiencia, todo su tesón, toda su energía creativa. La llamada del deber.
El trabajo de alquimista le lleva no solo a acumular documentación en regimientos de libros de consulta obligada sino, también, a labores de guerrilla inquisitiva reuniéndose con supervivientes que tienen mucho que contar sobre la época desvelada. Proyecto monumental que no solo dibuja dos personalidades hasta el menor detalle posible sino que ejecuta una cartografía reflexiva a la par que didáctica sobre grandes territorios de nuestra Historia, Recordarán tu nombre es también una suerte de autobiografía parcial iniciada el 6 del 6 del 66 y que, además, despliega las ramas de un árbol familiar que da cobijo a muchas de las querencias temáticas del autor de La marca del meridiano, novela en la que, por cierto, ya se insinuaba el interés por Aranguren. Y, para abrir una nueva vía al laberinto, el autor muestra el “así se hizo” del libro, descubre partes del andamiaje que lo sostiene y no le importa incluirse él mismo como personaje.
Aranguren, ese hombre de honor al que Franco odiaba (¿temía?) tanto que ordenó que le fusilaran aunque fuera atado a la camilla, y que dio la bienvenida a las balas con humor, sirve a Silva la oportunidad para mostrar su admiración por la Guardia Civil y rendir homenaje a sus propios caídos. Su abuelo Manuel estuvo a las órdenes de Aranguren el 14 de abril de 1931, cuando acataron ambos el advenimiento de la república. Su otro abuelo, Lorenzo, estaba a punto de completar la mili en 1923 y emigrar a América cuando cierto teniente coronel le persuadió de reengancharse. Así que Goded, que al saberse derrotado detuvo la lucha para evitar más muertes, es “el hombre al que le debo existir” porque de no impedir la marcha de su abuelo, la historia familiar habría sido muy diferente.
Lorenzo Silva sabe que “lo que la Historia nos hurta y deniega, lo conquista y nos lo otorga la literatura”. Es el desquite del arte sobre la vida. Cuando incluye fotografías de Aranguren es imposible no detenerse en ellas unos instantes. Y, gracias a la pericia y sensibilidad del narrador, el lector tiene la sensación de estar mirando a alguien familiar rescatado de los calabozos del olvido. Sí: recordaremos su nombre.