La vida invisible
La experiencia dramática
Sergio Chejfec
Candaya
176 páginas | 15 euros
El lector se convierte en acompañante anónimo de la pareja protagonista. Ellos nos guían por la ciudad y por el interior de sí mismos. Durante el paseo percibiremos que la vida cotidiana está plagada de numerosos y menudos pormenores que pasan desapercibidos: esas partituras mínimas que componen la sinfonía de la vida. En un momento determinado, Rose señala la ventana de un edificio. La memoria de Rose aparta las cortinas y recuerda en voz alta lo que ocurrió hace años detrás de esa ventana. Ahí vivía, o vive, una antigua amiga del taller de teatro a quien alquiló por doce horas su departamento para celebrar la boda. La ventana sirve para evocar el pasado y estimular la fantasía. ¿Qué será de la amiga? Luego Rose desciende de nuevo al presente. Los escaparates de las tiendas le provocan, tanto a ella como a Félix, sentimientos difusos. El estado de ánimo de los paseantes varía con un simple roce corporal, un recuerdo, una imagen que les llama la atención. “El mundo, la gente, el tiempo, los políticos, los animales”, estimulan la reflexión interior e ilustran el diálogo de los paseantes.
Sergio Chejfec nos invita a caminar despacio para mostrarnos la vida invisible. Como los objetos que son “pruebas de lo sucedido, pero por algún motivo no testimonian la vida de la que provienen”. Sin embargo sí que la tienen. Igual sucede con “el dinero que dejó en los recuerdos las marcas de su propia materialidad como si se tratara de hechos de la vida”. Durante el paseo, el lector se detiene a observar esos detalles que a veces pasan desapercibidos y que Chejfec se encarga de rescatar del olvido.
La última novela de Sergio Chejfec es un ejercicio teatral que se representa en el escenario de la ciudad. Una larga avenida marca la frontera de los sueños, los deseos, los miedos, los trasuntos humanos de sus personajes. Al acabar la lectura de La experiencia dramática, salgo a dar un paseo. Me doy cuenta de que la atmósfera que me ha envuelto a lo largo de la lectura era real, el teatro está aquí fuera. A veces se nos olvida que pensamos, respiramos, sentimos. Sergio Chejfec me ha devuelto el valor de la vida invisible. Un regalo íntimo de la inteligencia.