Periodismo y literatura
Sucesos
Andrés Berlanga
Amarú
118 páginas | 12 euros
Hay que celebrar el regreso a las librerías de un narrador como el autor de La gaznápira, aquella novela de hace 30 años que garantizó para siempre el prestigio de Andrés Berlanga. Él sabrá la razón de su silencio literario desde entonces, pero esperemos que este nuevo libro no sea solo una breve aparición en escena. Porque escoger imágenes de la actualidad, describirlas con precisión de palabra —ajeno a toda retórica, pero con un lenguaje exacto y eficaz— y añadirles ironía, a veces burla, le ha permitido retratar sin grandes pretensiones y con acierto nuestra sociedad en algunos fragmentos. Cada una de las historias, a veces simples anécdotas —la sencillez traspasa las páginas de Sucesos— apenas ocupa dos páginas del libro, pero tanto su ritmo, donde resalta el minucioso trabajo de escritor de Berlanga, como la intensidad nada pretenciosa que poseen los relatos, los sitúan en la eficacia de la brevedad que va con sencillez al grano y ridiculiza lo banal. Este es un libro muy contemporáneo también por breve, sí, pero hasta el lenguaje de la calle, nuestro lenguaje en su evolución e involución, es objeto de chanza. Quizá no a modo de crítica, que siendo tan crítico como lo es en estos relatos no va el autor de eso, sino como un modo de hacer reparar al lector en lo absurdo. En cualquier caso, la actualidad que se cuenta en él no le hará perder vigencia en el tiempo al conjunto de relatos y, por el contrario, pese a la segura modestia de Berlanga en su propósito, quedará como un grupo de atractivas pinceladas que contribuyan en el tiempo a la comprensión del cuadro en el que habremos quedado pintados.
Es fácil en este caso establecer relación entre periodismo y literatura. No sólo porque en la crónica de los medios encuentre a veces el autor la inspiración de sus relatos, ni porque Berlanga sea periodista y escritor de muy cualificado ejercicio, que lo es, sino porque las teorías sobre periodismo y literatura no acaban en la veracidad que deba garantizar el periodismo y la verosimilitud que se exige a la literatura. Por eso, a veces uno aspiraría a ver la vida en la prensa como la ve en estos relatos, que son relatos literarios con materiales periodísticos al modo en que pueden serlo algunas de las mejores columnas que ofrece el periodismo español. Me refiero a esos artículos cortos en los que con voluntad literaria se cuenta lo que pasa con las licencias que la literatura permite a la mirada del escritor de periódicos. Por fortuna, hay en el periodismo español algunos ejemplos de esta forma de relatos. Y a esos ejemplos, algunos de ellos magistrales, vinculo los que componen Sucesos, donde las miradas del periodista y el escritor se entrecruzan y el oficio de ambos da como resultado unos episodios de nuestra vida cotidiana de tan amena lectura como de sagaz observación. Pero este libro no alberga, por supuesto, un conjunto de artículos breves por brillantes que fueran. Sucesos es una incursión de la literatura en el periodismo que amplía la mirada del lector y le permite ver los matices que la realidad presenta allí donde la imaginación se añade a lo contado o la forma de contar amplía la posibilidad de ver.