La herencia revisada
El frío proletario
Antología 1992-2018
Isabel Pérez Montalbán
Visor
280 páginas | 14 euros
Las citas de Marx, Engels y Trotski justifican plenamente el título de este volumen que recoge una amplia selección de los poemas que Isabel Pérez Montalbán ha escrito entre 1992 y 2018. La teoría marxista deja bien claro que es la vida (la realidad) la que determina la conciencia del hombre, no a la inversa, y que la historia se rige por la lucha de clases. Como dice la autora en el prólogo, la poesía no debe mantenerse al margen de los conflictos sociales, de una lucha ideológica que nunca pierde de vista la explotación; por eso mismo es fundamental la perspectiva desde la que se escribe: “Mi vida no se parecía al relumbre que se atribuye a quienes se dedican a la literatura, sino que transcurría en permanente lucha por sobrevivir. Así que la poesía suponía apenas un sueño laboralmente amado”. En ese nuevo enfoque de la subjetividad cuenta mucho la revisión de la propia historia que sustenta Los muertos nómadas (2001), donde se encuentran poemas tan rotundos como “La herencia”, “El padre”, “La mitad del justo precio” —un título que remite a Sor Juana Inés—, y, sobre todo, “Puente romano”, impresionante evocación de la madre muerta: “He tenido vergüenza de estar sola. / Y he mentido y he dicho / que eran otras las causas de tu muerte”. En el fondo, como dijo León Trotski, toda obra de arte auténtica implica una protesta contra la realidad, y este libro constituye un buen ejemplo.
La lectura de El frío proletario me ha recordado unos versos de Javier Egea en su libro Troppo mare: “Lo que pueda contaros / es todo lo que sé desde el dolor / y eso nunca se inventa”. Sin el dolor no se entendería Los muertos nómadas, ni su prolongación —que aparece casi diez años después—, Un cadáver lleno de mundo (2010). Lo personal y lo político resultan inseparables en esta poesía que entiende el compromiso como una manera de dar voz a los desposeídos. Los libros de Isabel Pérez Montalbán asumen el proyecto de recuperar la memoria desde la experiencia inmediata del presente y proponen una utopía liberadora: se advierte en los dos títulos ya citados y en los que se publican en la primera década de este siglo. Siberia propia (2007) es un collage de citas realizado a partir de títulos de obras clásicas y actuales, que trata sobre “la imposibilidad del amor cuando se halla inmerso en el contradictorio sistema capitalista”; Animal ma non troppo (2008) escoge como referencia principal ciertos programas de televisión para abordar, básicamente, la manipulación informativa de los aparatos ideológicos de estado.
Es preciso aclarar que esta edición no sigue un estricto orden cronológico. A Los muertos nómadas le sigue un libro que se publicó dos años antes, Cartas de amor de un comunista (1999): ahora, los poemas toman la apariencia de un epistolario que sigue muy de cerca los acontecimientos históricos, desde la Revolución de los Claveles hasta la caída del Muro de Berlín y la guerra de Irak, pasando por los distintos avatares de la incipiente democracia española. Isabel Pérez Montalbán evita el optimismo fácil y el riesgo de la retórica populista, como se comprueba en la imagen nada idílica que ofrece de Cuba muchos años después de la revolución: “Pero ahora las calles son nostalgia, / cementerios de smoking y sexo telefónico, / látigos y cilicios de diseño / en bellas pasarelas parisinas. / Y un comercio de putas caribeñas”.
Esta poesía aporta un lenguaje lleno de sugerencias que evita mensajes simplistas: la complejidad ideológica es una constante en la evolución que se observa libro a libro. El frío proletario recupera, en parte, los primeros títulos de la autora (No es precisa la muerte, un conjunto de poemas juveniles que obtuvo en 1992 un premio del Ayuntamiento de Málaga, y Puente levadizo, Premio Barcarola, en 1995) e incluye al final tres poemas inéditos. Citamos, finalmente, unos versos que ponen de manifiesto la relevancia simbólica del frío: “Se accede a la oficina, al ropaje, a la fiebre, / al calor esponjoso de los cuerpos. / Y el frío, sin embargo permanece”.