La novela de los muertos
Antología de Spoon River
Edgar Lee Masters
Trad. Jaime Priede
Bartleby
375 páginas | 17 euros
Los protagonistas de este libro son, entre otros cientos, un borracho de pueblo, un traficante que negocia con los indios, un ladrón colgado por atracar a un viajero, un fiscal enterrado con su perro, una maestra solterona, un soldado caído en una famosa batalla, un sereno, un cazador accidentado, un jefe de policía, un diácono, un juez muerto al golpearse la cabeza con su archivador, una prostituta, un domador comido por sus leones, etc. A todos ellos la muerte les deja a solas con sus rencores y sus logros y les permite desahogarse sin miedo a esas convenciones que atan la lengua y, como aquí queda radiografiado, estropea la existencia de la mayoría. Y todos ellos parecen cruzarse como se cruzarían por las calles de su pueblo, como si, de hecho, aún no hubieran fallecido o como si la muerte no fuera sino uno de los estadios de la vida. Como esa poeta gorda, bizca y patizamba que, como reza su epitafio, muere después de ser violada a pesar de que, como dice otro epitafio, un médico de buena posición que recibe a los pobres sin cobrarles la atiende después del suceso, lo que provoca, como nos enteramos por el epitafio de la mujer de éste, que sea repudiado por lo que los ciudadanos de bien consideran un acto inmoral. Un ejemplo de cómo está construida la trama de este poemario que se lee como una novela: la novela de los muertos, la novela de cómo los vivos solo lo están de verdad cuando se acuestan junto al muerto que serán, la novela de la poesía comprometida con lo que les pasa a ras de suelo a las personas, nunca mejor dicho, de carne y hueso.
La Antología de Spoon River es un libro genial, quizás el único memorable de un escritor que murió en un asilo para enfermos, y la traducción, excepcional en su capacidad para reproducir esas voces y esos submundos de los que proceden, nos permite, salvando las distancias temporales y espaciales, sentirnos también a nosotros residentes del más famoso cementerio, con permiso de Valéry, de la historia de la poesía.