Entre Descartes y el barón de Munchausen
Veinte años después de su primera aparición, la Fundación Lara recupera la novela ‘El novio del mundo’ de Felipe Benítez Reyes
Publicada por primera vez en 1998, El novio del mundo se convirtió al poco de su aparición en una obra de culto. Su protagonista, Walter Arias, es una mezcla de filósofo surrealista y de psicoanalista antifreudiano, de romántico y de obseso sexual, de arlequín y de monstruo, de moralista y delincuente. Burlón y despiadado, visionario y reflexivo, Arias nos cuenta los vaivenes de su vida —su noviazgo con el mundo— a lo largo de un hilarante thriller picaresco y metafísico.Críticos y lectores han destacado las cualidades de la novela, acompañada ahora de un epílogo inédito: “Una de las pocas grandes novelas que ha producido la narrativa española en los últimos treinta años” (Juan Bonilla). “Solo un poeta podía escribir una novela tan desternillante” (Pablo Carbonell). “Benítez Reyes ha conseguido lo que muy pocos escritores logran; una manera de mirar el mundo: el walterismo, una mezcla extraordinaria de inteligencia, desencanto y humor” (Carlos Marzal). “Walter Arias resulta una fábrica andante de teorías, hasta el punto de fundar una escuela filosófica con opiniones desconcertantes sobre el bien y el mal” (Luis García Montero).
—Picaresca del siglo XX, novela que mezcla el humor con lo terrible, una parodia de la vida, un melodrama inteligente… ¿qué definición le parece más acertada?
—No sé. El escritor no tiene demasiada autoridad para definir o clasificar sus obras. Eso suele venir de fuera. Pero creo que tiene, sí, su dosis de picaresca, su medida de humor, con contrapuntos a veces terribles, y su cuota de parodia, aunque no sabría decir exactamente de qué. Se trata fundamentalmente del testimonio, en primera persona, de una conciencia demasiado peculiar y bastante desmesurada, con sus derivaciones anómalas de pensamiento, palabra, obra y omisión. Como dice el protagonista, su manera de pensar oscila entre la de Descartes y la del barón de Munchausen.
—¿Cómo surge el personaje de Walter Arias?
—En mi caso, las novelas no suelen partir de una visión panorámica, sino de un pequeño detalle. De una imagen, de una frase. Y a partir de ahí tiro del hilo, hasta donde dé de sí. En esta ocasión, el carrete resultó ser largo. Por fortuna para mí, su ideación no responde a pautas autobiográficas. Cuando concibes un personaje, no te autorretratas, sino que construyes un muñeco con habilidades, entre ellas, como principal, la de una conciencia propia. Walter Arias, el protagonista, es un personaje de tendencias digresivas, de modo que intenté que la peripecia estuviese acompañada de la glosa —a menudo disparatada— de la peripecia en sí. Que importase lo que le pasaba al personaje pero, sobre todo, la interpretación que el personaje hacía de lo que le pasaba. La acción y la divagación. Un poco aquello que decía Laurence Sterne: “Lo que turba a los hombres no son las cosas en sí, sino las opiniones sobre tales cosas”.
—¿Qué aclara el epílogo que se incluye en esta edición?
—Fundamentalmente, anécdotas referidas al proceso de escritura y otras relativas a algunas cosas curiosas a que dio pie en su día entre algunos lectores, como aquella persona que me escribió varias cartas identificándose como Walter Arias y achacándome que hubiera contado su vida sin su permiso.
—¿Le tiene cariño al personaje?
—Es curioso: Walter es un antihéroe de ficción que algunos lectores han convertido casi en una persona. Hay veces en que incluso yo mismo lo pienso como alguien de carne y hueso. No es frecuente que esto pase, y supongo que hay que interpretarlo como una buena señal, no sé. Al menos como una buena señal literaria, aunque tal vez no como un buen síntoma psicológico. Algunos me hablan de Walter como si fuese un amigo común, me preguntan por él, me recuerdan frases y lances suyos como si correspondiesen a una persona real. A este paso, el día menos pensado me lo cruzo por la calle.
CaixaEscena celebra su décimo aniversario
Cerca de 100 estudiantes y profesores de cuatro centros educativos han participado este año en el encuentro celebrado en Sevilla
CaixaForum Sevilla ha sido uno de los centros elegidos para presentar el pasado mes de noviembre el documental ¡A Escena!, producido por CaixaEscena, el programa de la Obra Social “la Caixa” que promueve la práctica teatral en las escuelas de toda España con el objetivo de contribuir al desarrollo integral de los niños y jóvenes, un proyecto que se enmarca dentro de EduCaixa, propuesta educativa que impulsa la transformación de la educación con el fin de responder a las necesidades de la sociedad del siglo XXI.El documental se estrenó con motivo de la celebración de los diez años de CaixaEscena, consolidado como un proyecto pionero, innovador y esencial en la promoción de las prácticas teatrales en centros educativos. El programa se dirige principalmente a todos aquellos docentes y educadores que se plantean el teatro como una herramienta educativa de primer orden. Es un reto que abre el aula a las emociones, a la imaginación, al esfuerzo compartido y al descubrimiento y potenciación de las capacidades lúdicas, imaginativas, creativas, físicas y emocionales.
De acuerdo con las líneas estratégicas de EduCaixa, CaixaEscena promueve el desarrollo competencial del alumnado, la formación del profesorado y la evaluación como elementos clave de su acción educativa. El programa funciona a través de una plataforma online que pone a disposición de los profesores las herramientas para que el teatro forme parte de la vida escolar de los chicos y chicas: https://caixaescena.org/. Este portal ofrece una metodología de acompañamiento a los procesos de un taller de teatro a lo largo del curso, con asesores artísticos para resolver las dudas. El profesor tiene acceso a recursos de todo tipo para facilitar su labor y promover la implicación y la comprensión de los otros docentes y del resto de la comunidad educativa.
Además de los talleres presenciales que CaixaEscena organiza a lo largo del año, un pilar fundamental del proyecto son los Encuentros CaixaEscena, el punto culminante de todo el proceso creativo que los institutos siguen a través de las propuestas y herramientas que les ofrece la plataforma. Cada año, diez ciudades de toda España acogen en diferentes fines de semana a los jóvenes y docentes de los centros inscritos, en los que realizan talleres de teatro, reciben asesoramiento especial de profesionales del sector sobre cada montaje y finalmente lo presentan ante el público.
Desde sus inicios hasta hoy, 1.224 profesores de más de 1.000 centros de Secundaria de toda España se han unido a CaixaEscena y han desarrollado una obra de teatro; 45.000 jóvenes han tenido acceso a las prácticas teatrales gracias a la iniciativa de sus profesores, y más de 80 profesionales del teatro han aportado los materiales y los recursos adecuados. Durante los Encuentros CaixaEscena se han trabajado más de 5.000 montajes teatrales, que han tenido más de un millón de espectadores. La obra más representada hasta la fecha ha sido Sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Como novedad, este año cerca de 100 estudiantes y profesores de cuatro centros educativos han participado en el Encuentro CaixaEscena celebrado en Sevilla.
A lo largo de 2017 CaixaEscena ha empezado también a desarrollar dos proyectos piloto: uno presta apoyo a 13 centros UEC (Unidad de Escolarización Compartida) con el objetivo de mejorar el rendimiento escolar a través del teatro y aumentar la autoestima de 130 jóvenes participantes en situación de vulnerabilidad social. El otro proyecto, junto al Área Social de la Obra Social “la Caixa”, impulsa el teatro como herramienta para la línea de acción comunitaria del voluntariado de personas mayores, en siete Centros Caixa de seis comunidades autónomas.